All These Years • jb [3]

Cuatro; La propuesta

Blair's POV:

Una sonrisa tiró de mis labios al ver a Shawn saliendo de su hotel para adentrarse en mi coche.

—Hola. —Me saludó nada más ocupar el asiento del copiloto y en cuanto cerró la puerta se acercó a mí para besar mi me mejilla.

—Hey —Sonreí ante su gesto—, ¿qué tal? —Le pregunté mientras le veía abrocharse el cinturón.

—Pues muerto de hambre, la verdad —admitió llevando una mano a su abdomen y yo reí.

—Pues habrá que solucionar eso. —Le guiñé un ojo y arranqué, para poner rumbo al restaurante en el que cenaríamos.

—¿Tú cómo estás? ¿El viaje bien? —Me miró.

—Pues la verdad es que estoy algo cansada —admití—, apenas he parado en los días que he estado por allí.

—Vaya, pensaba que ibas en plan relax. —Alzó una ceja.

—Sí, pero tenía a mucha gente a la que visitar y... —Esbocé una mueca con mis labios.

—Ya, que te has pasado estos días de casa en casa —comentó algo divertido y yo reí asintiendo.

—Algo así —admití—, además los niños son unos terremotos. —Negué con la cabeza.

—Vamos, que después de este viaje vas a necesitar otro, pero a un spa —bromeó, haciéndome reír una vez más.

—De hecho, es lo que haré. El viernes me voy con Nate de vacaciones.

—¿A dónde? —Se interesó acomodándose algo mejor en su asiento.

—A las Islas Vírgenes Británicas. Hemos alquilado una villa cerca de la playa con piscina y spa.

—Vaya... No suena nada mal —Alzó sus cejas—. Ya me dirás el sitio para ir yo.

—Claro, pero ahora te toca centrarte en el disco, eh... —Le advertí.

—¿Ahora eres Andrew o qué? —Me preguntó en broma.

—No, pero yo soy la mayor aquí y tengo que encargarme de que cumplas con tus responsabilidades.

Una carcajada se escapó de los labios de mi amigo y negó con la cabeza, pero no dijo nada más sobre el asunto.

Minutos después llegamos al restaurante, encontrándonos con la sorpresa de que ya había paparazzi esperándonos frente a éste.

—Mira, han venido a darme la bienvenida. —Traté de bromear, ya que solo me quedaba tomarme la situación con humor.

—Es por si los echabas de menos. —Shawn me siguió el rollo.

—Eso es imposible —Suspiré al aparcar en un sitio que había libre nada más doblar la esquina—. En Los Ángeles no me dejaron tranquila.

—Ya, están algo pesaditos con el tema del compromiso, eh... —comentó abriendo la puerta para bajar del coche.

Yo esbocé una mueca con mis labios y me volví para coger mi bolso antes de imitar la acción de Shawn y salir del vehículo.

—Más o menos —respondí finalmente, colocándome mi bolso sobre mi hombro.

—¿Qué quieres decir? —Me preguntó entre extrañado y curioso.

Le miré algo sorprendida y cerré mi puerta.

—¿Has estado viviendo en una cueva últimamente? —bromeé.

—Bueno, he estado algo liado trabajando en esas canciones que te dije —admitió.