All These Years • jb [3]

Noventa y dos; Piénsalo

Blair's POV:

En cuanto dejé a Milo sobre el suelo salió corriendo en dirección hacia Jordan, que nos esperaba a varios metros del jet.

—¡Hola pequeñajo! —Le saludó mi guardaespaldas, agachándose para poder acariciarle.

—Se ha vuelto loco cuando te ha visto desde la ventanilla —comenté al llegar junto a ellos.

—Claro, porque sabe de sobras quien lo sacaba a pasear, ¿verdad? —Le preguntó a Milo, que ahora estaba tumbado bocarriba, esperando que Jordan le rascase la barriga.

—Oye, que yo también le sacaba. —Me quejé frunciendo el ceño.

—Claro, pero cuando la puerta de tu casa estaba llena de prensa ¿quién lo hacía? —Enarcó una ceja.

—Está bien, ahí te doy la razón —admití.

—Eso creía. —Se incorporó giñándome un ojo y esbozando una amplia sonrisa me abrazó.

—Odio decirte esto porque es alimentar tu ego, pero te he echado de menos —confesé aún sin apartarme de él y haciéndole reír.

—Es que no puedes vivir sin mí, ¿eh? —bromeó.

—¿Ves? —Me aparté un poco de él—. Ego alimentado. —Le señalé, arrancándole una nueva carcajada.

—Yo también te he echado de menos —admitió antes de dejar un beso sobre mi mejilla—. Anda, sube al coche que yo meteré tu equipaje en el maletero. —Me animó.

—Está bien, meteré a Milo en su transportín. —Lo alcé, ya que lo llevaba en la mano.

Dejé el transportín sobre el suelo y con la ayuda de unas chucherías que volvían loco a mi perro logré que se metiese en él y pude colocarle en el suelo de la parte trasera del coche antes de ocupar el asiento del copiloto.

—Vamos a la discográfica, ¿no? —Quiso asegurarse Jordan cuando se sentó frente al volante.

—Sí, he quedado con Justin ahí para ir a por algo para comer antes de ir a mi casa. —Le expliqué.

—Está bien. —Asintió antes de arrancar el coche.

—¿Cómo están Addison y mini Jordan? —pregunté algo divertida, arrancándole una pequeña sonrisa a mi guardaespaldas—. Por cierto, mis padres me han dado recuerdos para los tres.

—Gracias —Me sonrió—. Addison y mini Jordan... —Hizo una pequeña pausa— Creo que tenemos que empezar a pensar un nombre —Negó con la cabeza y yo reí—. Los dos están genial, aunque creo que el niño nos va a salir noctambulo o algo porque cuando nos vamos a la cama no para de moverse —bromeó.

—Bueno, creo que es normal —comenté no muy segura—. A Liv también le pasaba que cuando se relajaba o algo los niños empezaban a moverse.

—Sí, algo he leído —murmuró dejándome algo sorprendida.

—¿Has leído libros sobre el embarazo? —Una sonrisa empezó a tirar de mis labios.

—Bueno, tenía que saber a qué nos enfrentábamos, ¿no? —Me miró por un segundo—. Ya que poca cosa puedo hacer durante el embarazo al menos quería saber cómo sería la cosa para poder ayudar a Addison lo máximo posible.

—Madre mía —Llevé una mano a mi pecho—. ¿Dónde ha quedado el Jordan que conocí hace casi nueve años?

—¿Qué pasa? ¿Uno no puede madurar? —Enarcó una ceja.

—Claro que sí, solo bromeaba —Golpeé su brazo sin mucha fuerza—. ¿De cuánto está ya Addison? ¿Siete meses? —Calculé rápidamente.

—Un poco más. —Asintió Jordan.