All These Years • jb [3]

Sesenta y siete; No me va a pasar nada

Di un par de golpes a la puerta y de inmediato escuché la voz de mi psicóloga invitándome a entrar, así que abrí un poco la puerta.

—Hey. —Saludé a Laura, que se encontraba sentada frente a su escritorio.

—Hola —Me sonrió antes de centrar su atención de nuevo en su ordenador—. Pasa, pasa —Me animó—, yo acabo con esto en un segundo. —Me aseguró mientras tecleaba algo.

—Claro, tranquila. —Le sonreí mientras cerraba la puerta.

Como siempre, me senté en el sofá que había cerca de la ventana y aproveché que Laura estaba ocupada para sacar mi teléfono del bolso y revisar varios mensajes que había recibido en mi camino a su consulta.

—Bueno... —Laura volvió a hablar, llamando mi atención, y al apartar la mirada de la pantalla vi que se estaba acercando a mí—. ¿Cómo te encuentras? —Me preguntó al sentarse frente a mí.

—Pues, ahí voy —Esbocé una mueca—. Aunque la verdad es que estoy llevando todo este asunto mejor de lo que creía —admití.

Había pasado una semana ya desde que habían salido a la luz partes del juicio y, aunque habíamos estado en contacto por mensajes, aquella era la primera vez que volvía a ver a mi psicóloga desde entonces, ya que había estado fuera de la ciudad toda la semana.

—Me alegra oír eso —Sonrió—. ¿En qué lo has notado? —Se interesó.

—Bueno, como ya te comenté, el día que me enteré fue el peor, me vine muy abajo —Tragué saliva al recordarlo—. Y obviamente ahora no es que lo vea todo de color de rosa, la situación sigue siendo la misma, pero... no sé —Negué con la cabeza—, intento dar con un lado positivo, como me recomendaste.

—¿Y lo has encontrado ya? —Enarcó una ceja.

—Pues... la verdad es que quiero pensar que quizás la filtración de mi declaración puede ayudar a otras mujeres a atreverse a dar el paso de contar su propia experiencia, ¿sabes?

Laura sonrió y asintió.

—Estoy segura de que toda esta situación puede llegar a ser muy positiva para muchas personas que, por desgracia, han tenido que pasar por algo así.

—Eso espero —Sonreí levemente—. Y bueno, eso —Me encogí de hombros—, también he intentado no escuchar nada de lo que se podía estar diciendo para que no me afectase demasiado y he tratado de centrarme en mí misma y mi recuperación.

—Vaya... creo que entonces poco trabajo me has dejado a mí —bromeó arrancándome una risita.

—Te aseguro que conmigo tienes trabajo para rato, por eso no te preocupes. —Me recosté en el sofá.

Ella sonrió levemente y dirigió su mirada hacia la libreta en la que iba apuntando todo en nuestras sesiones.

—Teniendo en cuenta lo que me has dicho supongo que todavía no has querido saber lo que se ha filtrado.

—No —Me apresuré a negar con la cabeza—. Sea lo que sea ya lo he escuchado y no quiero revivir todo eso.

—Lo entiendo, pero quizás si lo repasásemos...

—Laura, no —La interrumpí—. Por favor.

Ella me observó por varios segundos, pero terminó asintiendo.

—Pero no quiero descartar esa idea por completo —Me avisó mientras escribía algo en su libreta—. Sé que no es nada fácil para ti, pero enfrentarte a ello puede llegar a ser muy terapéutico.

—Mhmm... —Desvié la mirada hacia la ventana, para nada conforme con su propuesta.

—¿Cómo llevas el tema de las pesadillas? —Cambió de tema.