All These Years • jb [3]

Siete; La vida da muchas vueltas

Blair's POV:

—¡Hola! —Harper se acercó a nosotros corriendo cuando bajamos las escaleras del jet, siendo seguida por Alex.

—Hola guapísima. —Nate dejó a un lado la pequeña maleta que llevaba y cogió a la niña en brazos.

Harper se aferró a su cuello y él le besó la mejilla sonoramente, haciéndole reír mientras yo observaba la escena con una pequeña sonrisa.

—¡Pinchas! —Se quejó medio en broma pasando su mano por su barba.

—Lo siento, tengo que afeitarme. —Esbozó una mueca dejándola en el suelo.

—Bueno, ¿y para mí no hay saludo? —Me crucé de brazos mirando a Harper esbozando un pequeño puchero a la vez que ahora era Alex el que recibía la atención de mi prometido.

—¡Sí! —Rápidamente se acercó a mí.

Yo sonreí y me agaché para ponerme a su altura y abrazarla con fuerza.

—¿Cómo estás, cielo? —Me aparté un poco de ella para poder mirarla.

—Bien. —Asintió sonriente.

Una risa llamó mi atención y al alzar la vista vi a Alex revolviéndose entre los brazos de Nate mientras éste le hacía cosquillas.

—Hola, estoy aquí. Yo también me alegro de veros.

Volví la vista al frente de nuevo y pude ver a Liv acercándose a nosotros. Yo reí por su comentario y me incorporé de nuevo.

—Lo siento, es que tus hijos son demasiado adorables, ¿verdad? —Me acerqué a Alex y besé su mejilla.

—A ver, es que siendo yo la madre ¿cómo quieres que sean los niños? —Señaló su rostro y Nate y yo reímos.

—Y Dan no ha tenido nada que ver, ¿no? —Alcé una ceja.

—A ver, un poco —admitió—, pero no demasiado —añadió rápidamente y nosotros volvimos a reír.

—Echaba de menos tus comentarios —confesó Nate dejando a Alex sobre el suelo para acercarse a Liv y saludarla con un abrazo.

—Nate, Nate, Nate... —Mi mejor amiga negó con la cabeza al apartarse de él— Hace años que nos conocemos, creía que ya te habías dado cuenta de que una vez me conoces es imposible vivir sin mí.

Una fuerte carcajada se escapó de los labios de Nate al escucharle decir aquello.

—Nunca deja de sorprenderme. —Ahora se dirigió hacia mí.

—Ni a mí y eso que la conozco de toda la vida —bromeé antes de abrazarla.

—Sé que soy increíble, pero gracias. —Liv apartó su pelo de encima de su hombro y una vez más reímos.

—Nate. —Le llamó Alex.

—¿Qué pasa? —Le miró curioso.

—¿Podemos subir? —Señaló el jet que había a sus espaldas.

—¿Queréis subir al avión? —Miró a Harper también.

—Porfi... —Ella esbozó un pequeño puchero.

—Claro, vamos —Asintió—. Pero rápido que tenemos que irnos, eh... —Les advirtió.

—¡Sí! —Alex empezó a dar pequeños saltitos contento.

Nate tomó su mano y la de su hermana y los tres juntos subieron las escaleras que nosotros acabábamos de bajar y enseguida se adentraron en el jet.