Treinta y siete; ¿Bajo?

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Justin's POV:

—Menuda cara llevas. —Se burló Nick, provocando que me volviese hacia él.

—Yo la llevaré hoy, pero tú tienes que vivir con esa todos los días. —Le señalé y él soltó una fuerte carcajada.

—Alguien no está de humor hoy, eh... —bromeó.

Yo negué con la cabeza y me volví hacia la ventanilla. Ahora mismo nos dirigíamos hacia el restaurante en el que habíamos quedado con Rick y Caroline para comer.

—No he dormido muy bien. —Por no decir nada.

—Ya, una persona ocupaba tus pensamientos, ¿no?

Me volví una vez hacia mi amigo y le vi mirándome con una ceja enarcada.

—Pues sí. —Suspiré recostándome en el respaldo de mi asiento.

Nick desvió su mirada hacia el frente, donde el conductor de aquel Uberestaba centrado en conducir a través de las calles de Nueva York mientras le daba pequeños golpes al volante, al ritmo de la canción que sonaba a través de los altavoces del vehículo.

—Seguro que está bien —Volvió a mirarme—, ya le dijo el médico que probablemente solo fue una bajada de azúcar o algo así.

—No, si eso lo sé —Negué con la cabeza—. Si le hubiese pasado otra vez Rick me lo habría dicho ya, le pedí que me mantuviese informado.

—¿Entonces? —Frunció el ceño.

Tengo miedo de que ese hijo de puta que tiene como prometido le ponga un solo dedo encima y me siento totalmente impotente por no poder hacer nada al respecto porque ella no me deja ayudarla.

Tragué saliva y me tomé varios segundos antes de contestar.

—La he perdido por completo, Nick. Ella... —Agité la cabeza— está totalmente enamorada de... él —dije finalmente, prefiriendo guardarme todos los descalificativos que cruzaron mi mente.

—¿Te lo ha dicho ella?

—No, pero sus acciones hablan por si solas.

Él guardó silencio durante unos segundos y finalmente se removió un poco en su asiento, girándose hacia mí.

—Es una putada —aseguró— y sé que quizás quieras mandarme a la mierda después de lo que te voy a decir —Esbozó una pequeña sonrisa—, pero si realmente la quieres lo importante es que ella sea feliz.

—Si eso lo sé, el problema es que no creo que ella sea feliz a su lado.

—¿Y entonces por qué sigue con él? —Frunció el ceño extrañado.

—Pues no tengo ni idea, Nick —admití.

Eso era lo que más rabia y miedo me daba. No sabía qué demonios la mantenía unida a él y qué le impedía denunciarle. ¿Y si la tenía amenazada de alguna forma?

El coche se detuvo finalmente frente al restaurante, dando por finalizada nuestra conversación. Nos despedimos del conductor y ambos bajamos del vehículo para adentrarnos en el restaurante, donde fuimos recibidos de inmediato por una camarera.

—Una reserva a nombre de Richard Fields. —Le dije yo.

Ella lo revisó de inmediato y en cuanto vio su nombre asintió.

—Reserva para cuatro, ¿no? —Quiso asegurarse.

—Sí, supongo que no tardarán en llegar.

—Muy bien, pues síganme, por favor. —Nos hizo un gesto con su mano y se adentró en la sala que había allí, repleta de mesas con gente comiendo.

All These Years • jb [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora