Cinco; Más cerca

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Nate bajó rápidamente del coche y mientras lo rodeaba pude ver el reflejo de los flashes que los fotógrafos que nos habían seguido desde nuestro apartamento hacían saltar.

La puerta de mi lado se abrió y vi a Nate ofreciéndome su mano para ayudarme a bajar del vehículo. Yo agradecí su gesto con una sonrisa y enseguida tomé su mano, siendo recibida por los flashes en cuanto puse un pie en la calle.

—Buenas noches. —Nos saludó uno de los paparazzi.

—Enhorabuena por el compromiso —dijo otro, a quien le dediqué una sonrisa en agradecimiento.

—Chicos, dejadnos pasar, por favor. —Les pidió Nate aún sin soltar mi mano.

Nos encontrábamos rodeados por una inmensa nube de paparazzi y nos era prácticamente imposible avanzar.

—¿Habéis empezado a planear algo de la boda?

—¿Es cierto que os casaréis en las Bahamas?

Un suspiro de resignación se escapó de mis labios al ver que no le habían hecho ni caso y me limité a apegarme un poco más a Nate.

—¿Qué hay de los rumores de crisis entre vosotros?

—Nate, ¿algo que decir sobre el encuentro de Blair con su ex, Justin Bieber?

Sentí como su cuerpo se tensaba un poco al escuchar aquella pregunta y yo le di un leve apretón a su mano antes de pasar mi pulgar por el dorso de ésta, intentando relajarle.

Tras unos instantes de tensión logramos finalmente llegar a la puerta del local y rápidamente nos adentramos en éste, refugiándonos de toda aquella prensa.

—Menudo coñazo —murmuró Nate mirando a sus espaldas.

—Tranquilo —dije provocando que se volviese hacia mí—, centrémonos en la cena, ¿vale? Estoy segura de que están deseando verte. —Le dediqué una sonrisa tranquilizadora.

Él suspiró y asintió.

—Tienes razón.

—Siempre la tengo. —Me encogí de hombros haciéndole reír.

Inmediatamente soltó mi mano para pasar su brazo por encima de mis hombros y acercarme a su cuerpo antes de dejar un beso sobre mi frente.

—Como echaba de menos estas cosas —confesó arrancándome una pequeña sonrisa a la vez que pasaba mi brazo por su cintura.

Aún en esa posición nos acercamos al maître que, en cuanto mencionamos el nombre de la madre de Nate, nos acompañó hasta la mesa en la que nuestros acompañantes se encontraban ya.

—¿Madison? —preguntó Nate en cuanto sus ojos se posaron sobre la chica de pelo negro sentada al lado de Jonathan.

—Sorpresa. —Alzó sus manos mientras se levantaba de su asiento.

Nate se apartó de mí para dirigirse hacia ella y envolverla entre sus brazos mientras ella reía. Yo observé la escena con una pequeña sonrisa antes de volverme hacia Rose y Jonathan para saludarles mientras Nate hablaba con su hermana.

—¿Cómo estás? —Jonathan acarició mi espalda tras habernos abrazado.

—Genial. —Le aseguré dedicándole una amplia sonrisa.

—Creo que hemos hecho bien en no decirle nada —comentó Rose, mirando a sus hijos charlar animadamente.

—Sí, eso parece. —Asentí de acuerdo con ella.

All These Years • jb [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora