Catorce; La noticia

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Nate detuvo el coche que habíamos alquilado justo detrás del de Evan, el primo de Danielle.

—¿Qué te parece? —Nate se volvió hacia mí.

—Parece bastante moderna —comenté observando la casa que teníamos delante.

Era de una sola planta y de paredes blancas, pero grande.

Aquella era ya la cuarta casa que visitábamos desde que nos habíamos reunido con Evan en su inmobiliaria. Sin duda se había esmerado en la búsqueda porque todas las que nos había enseñado eran preciosas y era complicado llegar a encontrarles alguna pega.

—Habrá que ver qué tal el interior. —Me guiñó un ojo y giró la llave, apagando el motor.

Ambos nos bajamos del coche y nos reunimos con Evan junto al suyo.

—Bien —Juntó sus manos—, ésta es la última. Después de esto seréis libres —bromeó haciéndonos reír.

—Es bonita —comenté yo volviendo a observar el exterior mientras me aferraba al brazo de Nate.

—Es de las mejores del vecindario —aseguró—. Además, ya habéis visto que está algo escondida, así que podéis estar tranquilos en cuanto al asunto de la prensa.

—Sí, sin duda eso es importante. —Asintió Nate.

—Pero bueno, vayamos dentro. —Nos animó con un gesto de su mano.

Nosotros asentimos y le seguimos hasta la entrada de la casa, recorriendo el pequeño camino de piedra que llevaba hasta ésta.

Evan nos abrió la puerta y se hizo a un lado, dejándonos pasar primero.

—Vaya... —murmuré yo mirando a mi alrededor.

El diseño de espacios abiertos del interior y los muebles que lo ocupaban concordaban totalmente con el estilo moderno del exterior de la casa. A nuestra izquierda se encontraba el comedor, con una larga mesa de madera oscura con sillas a juego y un bar en una esquina; un pequeño tabique separaba aquel espacio del siguiente, un enorme salón con un par de puertas corredizas de cristal que ocupaban toda una pared y daban al jardín trasero, con unas impresionantes vistas a la ciudad.

—Bonito, ¿eh? —Evan se acercó a nosotros, admirando también aquellas vistas.

—Es impresionante —aseguró Nate.

—Sin duda el jardín y sus vistas son uno de los puntos fuertes de este sitio —Asintió—, pero bueno, venid que os enseñaré el resto de la casa. Lo mejor lo dejaremos para el final. —Nos guiñó un ojo y se dirigió hacia el pasillo que había a mano derecha.

—¿Hay posibilidad de alquilar la casa ya amueblada? —pregunté yo dirigiendo mi vista hacia el piano negro de cola que había en una esquina del salón antes de seguir a Evan y Nate.

—Claro —El rubio se detuvo frente a una puerta y se volvió para mirarme con una sonrisa—, no hay ningún problema.

—De acuerdo. —Sonreí yo también al llegar a su altura.

—Bueno, aquí tenéis un despacho... —Se adentró en la estancia.

Seguimos con el tour de aquella enorme casa. Evan nos enseñó todas las habitaciones —seis en total— incluyendo evidentemente la habitación principal que contaba con un amplio baño con ducha y bañera, además de enormes ventanales y una puerta a través de la que se podía acceder al jardín.

También nos sorprendió ver que la casa contaba con un sótano en el que había un gimnasio totalmente equipado y una sala de cine con enormes sillones y una pantalla que salía del techo.

All These Years • jb [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora