All These Years • jb [3]

Veintinueve; Mi refugio

Cerré los ojos, dejando que la brisa del mar golpease mi rostro y despeinase un poco mi pelo a la vez que me abrazaba a mí misma, intentando refugiarme del frío que hacía a aquellas horas, en las que el cielo estaba totalmente a oscuras ya.

Solté un largo suspiro antes de volver a abrir los ojos, fijando mi vista en un punto concreto del horizonte, y limpié los rastros de mis lágrimas.

Hacía una media hora que había llegado allí y desde entonces no había parado de rememorar lo sucedido. Realmente había sentido miedo y aquella sensación aún no había abandonado mi cuerpo, aunque con el paso de los minutos se había ido disipando poco a poco. Afortunadamente no me había pasado nada que fuese más allá de una muñeca algo entumecida y un posible hematoma en mi costado, pero no podía parar de pensar en lo que podría haber llegado a suceder.

Unos ruidos a mis espaldas me sobresaltaron y al volverme pude ver como la puerta empezaba abrirse, provocando que mis latidos empezasen a acelerarse.

No podía ser él, ¿verdad? Ni siquiera sabía donde se encontraba aquel lugar.

Sin embargo, cuando la puerta se abrió por completo pude ver que la persona que se encontraba tras ésta era otra y una gran sensación de alivio recorrió mi cuerpo.

—Hey, no sabía que tenías pensado venir hoy —confesó Justin cerrando la puerta a sus espaldas.

Yo me giré rápidamente hacia el frente y limpié mis lágrimas una vez más para que Justin no pudiese verlas.

—No... —Carraspeé al notar mi voz algo débil— No tenía pensado hacerlo, la verdad —admití.

—¿Y qué te ha hecho cambiar de opinión? —Pude notar como su voz se acercaba cada vez más— ¿Te ha venido la inspiración de golpe o algo? —Al fin apareció a mi lado, pero yo seguí sin mirarle.

—No he venido por nada relacionado con la música.

—Oh... ¿Necesitabas un sitio para pensar? —Dedujo.

—Sí, algo así... —murmuré— Pero creo que este es el último sitio al que debería haber venido.

—¿Por qué?

Al fin me volví hacia Justin y le vi junto a mí, medio apoyado en la barandilla del balcón y mirándome con el ceño fruncido.

—No importa —Negué con la cabeza—. Lo mejor será que me vaya. —Me aparté un poco de la barandilla.

—Espera —Justin me cogió de la muñeca para detenerme, pero yo me solté rápidamente, dando un par de pasos para alejarme de él—. Blair... —Me miró entre sorprendido y confundido por mi reacción.

—Tengo que irme. —Negué con la cabeza.

—¿Es por mí? —preguntó dejándome sorprendida— Has discutido con Nathan por mi culpa, ¿no?

En cuanto su nombre salió de su boca no pude más. Mi labio inferior empezó a temblar y no pasó mucho antes de que nuevas lágrimas se escapasen de mis ojos.

Justin me miró sorprendido y por unos segundos pareció que no sabía qué hacer, pero finalmente se acercó a mí con algo de cautela, quizás por mi reacción de antes, y me rodeó con sus brazos, apegándome a su cuerpo.

—Tranquila —susurró a la vez que su mano subía y bajaba por mi espalda en un intento de reconfortarme.

Me aferré a la sudadera que él llevaba como si la vida me fuese en ello y escondí mi rostro en su cuello mientras me desahogaba. Eso era lo que necesitaba, desahogarme con alguien para que la opresión que sentía en el pecho desapareciese.