All These Years • jb [3]

Sesenta y cinco; Te echo de menos

Justin's POV:

Solté un largo suspiro y me recliné en el amplio respaldo de la silla, cerrando los ojos por varios segundos. Llevaba casi un par de horas sentado frente al ordenador y no podía más, necesitaba que me diese un poco el aire.

Me levanté de la silla y tras coger mi cartera y mi móvil salí del despacho para dirigirme hacia los ascensores, pero en el camino me encontré con mi antiguo representante.

—Hey, ¿a dónde vas? —Me preguntó curioso.

—A por un café. —Señalé hacia los ascensores.

—Pues te acompaño, acabo de llegar, pero aún tengo tiempo. —Miró su reloj.

—Pues vamos, necesito que me dé un poco el aire —admití empezando a andar de nuevo.

—¿Y eso? —Scooter me miró curioso.

—Llevo ya un par de horas aquí y me estoy empezando a agobiar —confesé.

—Llevas unos días que parece que pases más tiempo aquí que en tu casa —bromeó.

—Mejor eso que no aparecer por aquí, ¿no? —Presioné el botón del ascensor y las puertas de éste se abrieron de inmediato, por lo que los dos subimos a éste.

—Claro, pero no sé... creo que nunca te había visto tan involucrado. —Enarcó una ceja y ahora fue él quien presionó el botón de la planta baja.

—Supongo que necesito tener la mente ocupada. —Me encogí de hombros y me apoyé contra una de las paredes de aquel cubículo.

Scooter me miró por unos segundos antes de acercarse un poco a mí.

—¿Qué tal está Blair? —Se interesó.

Tragué saliva ante su pregunta y agaché la cabeza.

—Bien, ahí va... ya sabes.

—Del tema del juicio no se sabe nada, ¿no?

—No —Negué con la cabeza y volví a mirarle—. Le dije a Rick que me avisase de cualquier novedad, pero supongo que de momento solo nos queda esperar.

—Estas cosas necesitan su tiempo —Scooter esbozó una mueca—. De todas formas, solo hace un par de semanas que fue el juicio, ¿no?

—Sí —Asentí—. Los abogados de Blair le comentaron que esto suele tardar un par de meses o así.

—Bueno, esperemos que ese tiempo sea suficiente para que la jueza dicte una sentencia justa.

—Eso espero —admití—. Ese cabrón se merece pagar por lo que ha hecho.

—Confiemos en la justicia. —Palmeó mi espalda.

Las puertas del ascensor se abrieron y nos bajamos de éste para poder salir del edificio.

—¿Tú también vas a querer algo? —Le pregunté a Scooter mientras esperábamos frente al semáforo para cruzar a la acera de enfrente, donde se encontraba la cafetería.

—Aprovecharé para pedirme un café también.

—Te invito entonces. —Me ofrecí al volver a retomar el paso.

—No hace falta. —Scooter se apresuró a ponerse a mi altura.

—Tranquilo, no voy a arruinarme. —Le guiñé un ojo y él rió negando con la cabeza.

Al entrar a la cafetería pedí un par de cafés para llevar y mientras esperábamos a que nos los sirviesen nos pusimos a un lado de la barra.

—Y... —Scooter empezó a hablar, provocando que apartase la mirada de la pantalla de mi teléfono— ¿Te has pensado lo de ir a Houston? —Enarcó una ceja.