Setenta y cuatro; Lucha

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—Parece que se llevan bien. —Sonreí mirando como Aden, sentado sobre la manta que Chris había puesto sobre el césped, jugaba con Milo.

—Sí, pero yo le echaría un ojo, no lo digo por el perro, sino por él. —Mi prima esbozó una mueca y Zoe y yo reímos.

Era miércoles por la tarde y había quedado con mis primas para pasar algo de rato juntas antes de reunirme con mi psicóloga para una nueva sesión. En principio íbamos a ir a una cafetería, pero la chica que solía cuidar de Aden había tenido un imprevisto y como suponíamos que el pequeño no estaría muy conforme con pasar la tarde encerrado en una cafetería habíamos decidido trasladar nuestro encuentro a un parque.

Me agaché —ya que nosotras estábamos sentadas en una especie de mesa de picnic— y cogí al pequeño cachorro entre mis brazos.

—¡Bair! —Se quejó Aden, alzando sus bracitos hacia mí.

—Deja al perrito un rato, Aden —Le pidió Chris al sentarlo sobre su regazo—. Juega con tu coche, anda. —Le animó moviendo aquel vehículo de juguete por la mesa.

El pequeño cogió el juguete e imitó a su madre.

—Es una cucada de perro —comentó Zoe, observándome desde el otro lado de la mesa.

—Cuando Justin me dijo que era mi regalo de cumpleaños casi me muero —confesé.

—¿Sigue en Houston? —Me preguntó Chris.

—Sí, pero se va el viernes. —Esbocé una mueca al mencionarlo.

—¿Ya ha acabado con todo el trabajo que tenía aquí?

—Ha tenido que alargar su estancia unos días, pero creo que mañana por la mañana ya termina con todo. —Fruncí el ceño no muy segura.

—Me alegré mucho de verle en tu cumpleaños —admitió Zoe cogiendo una de las galletas caseras que yo misma había traído.

—Sí, el también tenía ganas de veros, aunque al principio estaba un poco nervioso. —Sonreí al recordar su nerviosismo.

—Nena, ¿necesitas una toallita? —Se burló Chris, haciendo el ademán de coger el paquete de las que utilizaba con Aden.

—Qué graciosa —comenté sarcásticamente, haciéndole reír.

—No, pero pregunta seria —Zoe se acomodó algo mejor—. ¿Qué hay entre vosotros? Es decir, lo último que sabía era que habíais tenido una especie de pelea antes de volver tú a Houston, pero es más que obvio que las cosas han cambiado.

—Menuda pregunta has ido a hacer —murmuró Chris mientras sacaba de su bolsa un zumo para Aden.

—¿Y eso? —Zoe me miró enarcando una ceja.

—Es... algo complicado. —Me encogí de hombros.

—Bueno, creo que soy lo suficientemente inteligente como para entenderlo si me lo explicas. —Me animó.

Suspiré y lamí mis labios, pensando en cómo empezar.

—La última vez que vino a Houston hablamos de todo ese asunto y decidimos que de momento dejaríamos las cosas en pausa y ha sido así. —Les aseguré.

—Hasta que le has visto, ¿no? —Terminó Chris por mí, mirándome algo divertida.

—Básicamente —Me apoyé en la mesa y mis primas rieron.

—Entonces, ¿volvéis a estar juntos? —Quiso saber Zoe.

—No —Negué con la cabeza—. Estos días hemos quedado varias veces y... no voy a negar que ha habido algo de tonteo entre los dos, pero la cosa no ha ido a más.

All These Years • jb [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora