Capítulo 4

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Daisy:




















Termino mi rutina recibiendo aplausos de parte de Andrew, la repito por las dudas una última vez porque soy una obsesiva que quiere tenerla bien y sin errores para el lunes. Esta noche es el famoso concierto que todavía no he vendido las entradas, la gente es muy caradura, las tengo en buen precio y todavía quieren que se las rebaje un poco más, tienen hasta pase vip, no se pueden rebajar con tremendo beneficio.

- Listo Daisy- me grita Andrew- es todo por hoy- lo miro de mala forma y patino hasta la salida de la pista.

- ¿Por qué tanto apuro? – le pregunto- me faltaban los últimos giros y terminaba- agarra mi mano acercándome a él.

- No quiero que te esfuerces demasiado, solo por hoy- lo miro confundida y molesta al mismo tiempo ¿Solo por hoy? Elimino mis pensamientos anteriores, no me trata como su hija.... porque si fuera así sería una princesa malcriada. En cambio soy como su maldita esclava.

- ¿Por qué?- le preguntó- mañana es mi día libre- agregó y niega con su cabeza.

- Cambiaron el día que vienen los de las olimpiadas a observar a las posibles candidatas- ruedo mis ojos, justo en mi día libre- mañana será cariño- mi día libre de ver series todo el día queda cancelado.

- La mala suerte me persigue- me lamento en voz alta, me acaricia el brazo.

- Esta noche deberías quedarte en mi casa amor, así mañana podemos venir juntos- me dice sonriendo y es una buena idea, la considero hasta que vuelve a abrir la boca- cuido que no te quedes dormida- No me lo creo, vuelve a tratarme como un padre.

- No- le respondo- realmente es una mala idea- su sonrisa se borra.

- ¿Por qué? – me pregunta.

- Porque eres una distracción Andrew- le miento mientras con mis manos acaricio su pecho, nos encontramos solos- si quieres que descanse, contigo no lo conseguiré- suelta un ahogado suspiro.

- Esta bien- me dice, le sonrío- pero mañana te vienes a casa, te extraño- deja un beso corto en mis labios.

- Claro querido entrenador- beso su mejilla- debería irme- el asiente.

- Mañana a las siete te quiero aquí Daisy- me informa con seriedad, le levanto el pulgar, retirándome de la pista.

De camino a casa paso por un "McDonald's" a comprarme una puta ensalada y no como tenia planeado una hamburguesa con extra de queso cheddar, suspiro será para el próximo sábado, no puedo comer pesado un día antes de una presentación, porque, aunque vienen a ver los entrenamientos... es una prueba para saber si somos aptas para las olimpiadas, entonces convierten un entrenamiento en una presentación, lamentablemente en mi día libre. Llego a casa, pero antes de subir a mi habitación paso por la cocina a buscar una botella de agua, mi vista se fija en la sala de estar donde se encuentra el piano de mi madre, desde que murió no he vuelto a tocar, me recuerda a ella y soy bastante mala. Con un suspiro subo a mi habitación, hago maniobras para poder sacar la llave de mi bolso, cuando ingreso soy recibida por mis hermosos pompones, separo la mitad de la ensalada para colocarla en sus recipientes... a la otra mitad la condimento, pongo un poco de Netflix, decido ver una película porque cuando empiezo una serie la quiero terminar de ver el mismo día. Luego de unos minutos termino de almorzar, tiro todo a al carrito de la basura... me acuesto adentrándome bajo las sabanas, Rose y Hades suben a mi cama a hacerme compañía, ella se acuesta a mi lado mientras Hades sube por mi cuerpo para acostarse entre mi pecho y cuello, es el mas cariñoso de los dos.... luego de varias horas viendo todo tipo de películas, una notificación me llega al teléfono, se trata de un mensaje de Instagram, sonrío al saber de quien se trata.

CHOCOLATE SEXUAL (LIBRO ÚNICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora