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Al día siguiente

Flor
Pasamos una noche a puro amor. Amo cada sentimiento que Jaz me hace sentir al estar con ella. Me hace sentir segura conmigo misma. Nos dormimos a eso de las 5 a.m., ya que estábamos solas. Hoy ya era sábado y Jaz seguía durmiendo. Yo me levanté para hacer el desayuno para las dos. Agarré mi celular mientras que esperaba a que se caliente el agua para el café y miré una foto que tenía con mi mamá. Suspiré. Preparé todo lo del desayuno en una bandeja y subí a la pieza. Jaz todavía dormía plácidamente.

Flor: ¡Amor! -Le dejé un beso en la frente-. ¡Jaz! -Le seguí en todo el cuerpo-.

Jaz: ¡Mmm! -Se empezaba a despertar-. ¡Quiero un beso acá! -Dice tocándose sus labios-.

Flor: ¿Y yo te lo tengo que dar? -Pregunté juguetona-.

Jaz: ¿Qué crees vos? -Me respondió y empecé a darle beso y cada beso era más intenso-.

Flor: Hice el desayuno -Dije separándome de sus besos-.

Jaz: ¿En serio? -Preguntó sorprendida-.

Flor: Aviso, creo que hice mi mejor intento.

Jaz: ¿Me parece a mí o las tostadas se te quemaron un poco?

Flor: La mayoría -Levanté los hombros y ella sonrió-.

Jaz: Igual, están muy ricas -Dijo probándolas-.

Jaz
A eso del mediodía, nos encontramos con Mario a almorzar. El restaurante ya estaba abierto y le di hoy y mañana mi lugar al chef que se iba a encargar el turno noche para que se adapte bien a la cocina ya que tenía muchas ganas de empezar. El lugar lo habíamos conocido con Flor unas semanas después de llegar acá. Ya le habíamos pedido al camarero nuestros platos, solamente faltaba la bebida.

Mario: ¿Vino? -Nos preguntó a Flor y a mí-.

Jaz: Sí, claro.

Flor: Sí, papi.

Jaz: Elíjalo usted, Mario.

Mario: Jazmín, ya te dije que dejes de tratarme de usted.

Jaz: Lo sé, perdón. Es la costumbre -Reímos los 3-.

Mario: Y de tomar un Malbec Benjamín -Le habló al camarero-.

Flor: ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?

Mario: No sé, yo el lunes termina el hospedaje en el hotel y creo que iré a lo de un amigo que vive por acá.

Flor: ¿Y si venís para casa? Con nosotras y Bella -Flor se adelantó a hablar-.

Jaz: Eso, Mario. Bella se pondría muy feliz de verte.

Mario: Pero es su casa y yo no quiero incomodar.

Jaz: No molesta. Es parte de la familia, ¿no? -Asintió-. Entonces, sos bienvenido Mario.

Flor: Papá, por favor. Vir y Javo se quedan hasta el domingo de la otra semana. A ellos también les voy a decir que se vengan. No quiero que sigan en el Hotel mientras pueden quedarse con nosotras, ¿no, amor?

Jaz: Sí -Le di un poquito porque Mario estaba con nosotras. El camarero había llegado con nuestro almuerzo-. Gracias.

Mario: Flor, ¿puedo hablarte de trabajo un segundo?

Flor: Sí, papá.

Mario: Tengo una amiga que se mudó hace unos meses acá y es administrativa e hizo un curso de cocina. Está buscando trabajo y no sé, tal vez podrías entrevistarla.

Flor: Bueno, déjame que vea bien si me quedó algún puesto libre y te aviso, ¿sí?

Mario: Me parece bien. Jaz, ¿abriste el restaurante hoy? -Preguntó cambiando de tema

Jaz: Sí, está el chef de la noche. Hoy y mañana a la noche estoy yo y el lunes intercambiamos los horarios.

Mario: ¡Qué bien!

Jaz: Sí, por suerte sí.

Flor
La noche había llegado y Javo y Vir venían para cenar conmigo ya que estaba sola porque Jaz empezaba en el restaurante. Todavía no pasó ni dos horas y ya la extraño. Javo le gustaba mucho cocinar, así que quiso preparar algo él.

Llamada
Fl: ¿Hola?
Fr: ¡Hola, Flor! ¿Cómo estás?
Fl: Bien, ¿vos? ¿Bella?
Fr: Yo bien. Bella levantó fiebre hoy en la tarde. No salimos de casa en todo el día y no le baja.
Fl: ¡Ya voy para allá! No tardo, ¿sí? Decile a Bella que estoy en camino -Corté la llamada-.
Fin de llamada

Vir: ¿Qué pasó, Flor? -Me preguntó mi hermana-.

Flor: Bella está con fiebre y no le baja -Dije escribiéndole un mensaje a Jaz-.

Para: Jaz.
Amor, estoy yendo a lo de Franco.

Para: Jaz.
Bella está con fiebre.

De: Jaz.
Está bien, Pichi. Avisame, ¿sí?

De: Jaz.
Yo voy a tener el celular en sonido.

De: Jaz.
Te amo. Mucho.

Para: Jaz. Yo mucho más, amor.

Jaz
Estábamos a veinte manos maso menos. El salón y la terraza se habían llenado. Quedaban pocas mesas vacías. Estaba muy contenta con la cantidad de gente que hay. Vi un mesaje de Flor diciéndome que iba a lo de Fran porque Bella estaba con fiebre. Pobrecita la peque.

Jaz: La entrada de las rabas son para la mesa once, Mau. Y las papas a las 37, en la terraza.

Mau: Perdón, Jaz. Se me confundieron.

Jaz: Tranquilo, ¿sí? Es ventendible. Es el primer día y puede pasarle a cualquiera. A mí me pasó.

Mau: ¿En serio?

Jaz: Sí, muchas veces.

¿Estás libre esta noche?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora