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Jaz
A eso de las 00:30 de la madrugada, llegué a casa y estaba todo apagado. Flor unas horas antes me había dicho que volvía a casa temprano porque estaba muy cansada y quería dormir. Subí a la habitación y la veo dormida con la ropa del día puesta. Sonreí, no había llegado a ponerse el pijama. Intenté ponerle el pijama sin que se despertara pero fue imposible, se despertó.

Jaz: Hola, amor.

Flor: Mi amor, llegaste -Asentí-. ¿Qué pasó?

Jaz: Intenté ponerte el pijama sin despertarte pero fue en vano. ¿Querés que te termine de ayudar o terminas vos?

Flor: Ayudame. ¿Qué hora es? -Me preguntó-.

Jaz: Las doce y media.

Flor: ¿Tan tarde? Llegué y caí fundida en la cama.

Jaz: ¿No cenaste?

Flor: No, Jaz. No pensé que iba a dormir tanto.

Jaz: Voy a prepararte algo, ¿sí? Vos termina de cambiarte mientras.

Flor: Me parece que te está faltando algo, amor.

Jaz: ¿Qué me falta? -Pregunté-.

Flor: No me diste ningún beso -Dice sonriendo. Me acerco a ella y la beso-. Ahora sí -Sonrió-.

Al día siguiente

Flor
Me desperté, y a buscar el cuerpo de mi mujer no lo encontré. Bajo a la cocina y la escucho hablar por teléfono. Cuando va a apoyar el café en una bandeja, me ve mirándola. Me sonrió y me acerqué a ella y le dejé un beso en el cuello. Había decidido con Jaz que hoy empezaba mi licencia por maternidad y, ella, iba a trabajar un día sí de por medio. Terminó la llamada y me besó.

Jaz: ¡Hola, mi amor! ¿Cómo dormiste?

Flor: Hola, hermosa.

Jaz: ¡Querés café? ¿O té? -Me preguntó-.

Flor: Después de la noche de ayer, creo que estoy más para el café -Jaz me dio una taza de café-.

Jaz: Tenemos que ir a hablar con Luna, ¿verdad?

Flor: Sí. Terminemos de desayunar y vamos, ¿te parece?

Jaz: Me parece bien. Después de hablar con Luna te voy a llevar a un lugar que quiero ver unas cosas con vos.

Flor: ¿A dónde me vas a llevar? -Pregunté-.

Terminamos de desayunar y, por lo menos yo, me cambié porque Jaz ya estaba cambiada. Nos subimos al auto y Jaz manejó hasta el Hotel. Llegamos y le pedí a Lena que busque a Luna que necesitamos hablar con ella y que vaya a la oficina. Mientras tanto, Jaz buscó una jarra de jugo en la cocina y trajo también algunos vasos.

A los 5 minutos, la puerta fue golpeada y abierta por Luna. Jaz le hizo señas de que podía seguir y así lo hizo. Jaz tomó la palabra y empezó a hablar ella. Le decía que yo le había comentado lo que me había contado ayer y a ambas se nos había ocurrido la misma idea, que queremos que se venga a vivir con nosotras. No por compasión, sino que Jaz la conoció desde que nos mudamos acá y, desde ese momento, la siente como una hermana.

Jaz
Nos costó mucho convencer a Luna de que acepte, pero finalmente aceptó. Decía que no quiere ser una molestia con nosotras, que no quiere causarnos ninguna preocupación ni nada de eso.

Luna: De verdad se los agradezco mucho. Pero, ¿qué van a pensar mis compañeros del Hotel?

Flor: No importa lo que ellos piensen, Lu. Importa que vas a tener un buen techo donde dormir y no estar en la calle -Luna asintió cabizbaja-. ¿Tu bolso? -Preguntó cambiando de tema al ver la tristeza que tenía Luna en estos momentos-.

Luna: Está en la habitación. Pero mi turno termina a las 4, Flor.

Jaz: Entonces, a esa hora te recojemos, ¿sí? -Hablé antes que Flor-.

Luna: Gracias, realmente se los agradezco un montón -Nos abrazó-.

Luna tenía que cubrir su turno y, con Flor, agarramos camino hacia una tienda para comprar todo lo del bebé. Manejé unos 15 minutos cuando entramos a un estacionamiento y dejamos el coche.

Jaz: Se me había ocurrido que ya que estás de licencia podemos ir armando el cuarto del bebé -Le sonreí mientras nuestras manos se unían-.

Flor: Me encanta, Jaz -Me dio un besito-.

Jaz: ¿Qué querés ver primero? -Le di a elegir-

Flor: Todo -Dijo recorriendo el local-.

Pasamos el día comprando la mayoría de las cosas y Flor quedó cansada. Pasamos por el Hotel ya que le dijimos a Luna que íbamos a pasar a buscarla y fuimos para casa. En el camino Flor se había quedado dormida y Luna y yo fuimos hablando. Me habló de su familia y que la única que la entendía era su prima.

¿Estás libre esta noche?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora