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Flor

Jaz manejó hasta el Hotel, me dejó a mí y después se fue al restaurante. Estoy muy feliz de que sea un varón. Me acerqué a la cocina y vi a Luna. Luna es la chef del Hotel. Me acerqué a su lado y tenía los ojos llorosos.

Flor: ¿Estás bien? -Era obvio que no-. ¿Necesitas algo? Mejor dicho.

Luna: Flor, yo... Perdón -Suspiró-. No estoy pasando un buen momento -Justo entró Marcos, uno de los ayudantes de cocina-.

Flor: Marcos, ¿podrías encargarte un rato de la cocina? -Le pregunté-. Necesito hablar con ella -Él asintió-. Y traeme dos cafés.

Luna: ¿Hice algo mal? -Me preguntó sin entender porqué, una vez que entré a la oficina, cerré las puertas-.

Flor: No, sólo quiero hablar con vos. Escucharte. ¿Qué pasó que estuviste llorando? -Pregunté-. Si no me querés contar, está bien. Sólo quiero que te sientas mejor, ¿sí? -Le sobé un poco la espalda para que se tranquilizara-.

Luna: Mis... Mis papás me echaron de mi casa, Flor -Otra vez se largó a llorar-. Sólo por ser lesbiana y ahora no tengo un techo donde dormir.

Flor: ¿Cómo? ¿Te echaron de la casa?

Luna: Sí, me dijeron que estoy enferma y que no querían a alguien así viviendo en esa casa -La abracé-.

Flor: No lo puedo creer. ¿Por qué las personas hacen semejante cosa? ¿Y tus cosas? ¿Dónde las tenés?

Luna: En el vestuario.

Flor: Hagamos esto, te voy a dar una habitación y no te voy a cobrar la habitación, ¿sí? Hasta ver qué podemos hacer, ¿sí?

Luna: Pero Flor...

Flor: No quiero ninguna queja de tu parte, Luna. Todos los que trabajan para mí son parte de mi familia, y si de algún modo puedo ayudar, lo voy a hacer.

Luna: Gracias, Flor. De verdad. Sos mi ángel guardián -Le sonreí-.

Flor: Ahora, anda a descansar que le voy a decir a Marcos que hoy se encargue él, ¿sí?

Jaz
Cuando llegué al restaurante a eso del mediodía estaba bastante lleno. Las chicas iban y venían con los pedidos y los platos. Cuando entro en la cocina, veo a Nico a mil manos y decido ayudarle.

Jaz: ¡Buen día, chicos!

Chicos: ¡Hola, Chef!

Jaz: ¡Hoy está lleno! ¿Alguno hizo publicidad? -Pregunté riendo-.

Nico: No, Chef. De la nada empezó a llenarse y no damos a basto.

Jaz: Me voy a cambiar y los ayudo, ¿sí?-Me cambié rápido y volví a la cocina-. ¡Listo!

Nico: Voy a ver las comandas que acaban de entrar.

Jaz: ¿Quién se está encargando de ésta carne? -Pregunté-.

Xx: Yo, Chef.

Jaz: Nahuel, si alguien preparaba un plato tiene que estar cien por ciento metido en el plato, no podés dejarlo por la mitad e irte así. Que sea la única e última vez, ¿sí?

Nahuel: ¡Lo siento, Chef! No va a volver a suceder.

Nico: Jaz, ¿y Flor? ¿Cómo lleva el embarazo? -Me preguntó-.

Jaz: Bien, por suerte. Estamos muy felices. Y hoy nos enteramos que es un varón y Flor está de contenta.

Nico: Sí, me debo de imaginar. ¿Y Bella? ¿Está feliz?

Jaz: Re, no para de darle besos a la panza de Flor y a veces le habla -Sonreí recordando esos momentos-.

Nico: ¿Querés que te cubra el turno de la noche, Jaz? -Me preguntó-.

Jaz: No, tranquilo. Hoy cambiamos turno para que yo pueda ir con Flor a la ecografía y te lo agradezco. Ahora me toca mi cuota de trabajo.

Nico: Entonces deberías entrar a las seis. ¿Por qué no vas con Flor y volvés cuando es tu turno?

Jaz: Es que no lo puedo evitar, ¿sabes?

Nico: Te entiendo, porque a mí me pasaría lo mismo que a vos. Yo estaría todo el día cocinando -Mi celular empezó a sonar-.

Jaz: Es Flor, voy a atender.

Nico: Atendé y anda con ella, ¿sí?

Flor
Después de hablar con Marcos para que se encargara hoy de la cocina, le marqué a Jaz.

Llamada

J: ¿Amor? ¿Te sentís bien? -Me preguntó ni bien atendió la llamada-.
F: Sí, mi amor. ¿Tenés un minuto? -Pregunté-.
J: Sí, ¿pasó algo de qué preocuparme?
F: No, no. Es sobre Luna.
J: ¿La chica que conseguí para que trabaje como chef en la cocina? -Me preguntó-.
F: Sí, ésa misma.
J: Ahora voy para allá. Porque Nico me echó de acá básicamente ya que no es mi turno.
F: Ah, bueno. Entonces cuando vengas te cuento, ¿sí?
J: Dale en 10 minutos estoy por ahí. Los amo.
F: Nosotros a vos.

Fin de llamada

Estaba terminando de almorzar cuando la puerta de mi oficina se abrió dejando ver a Jaz. Luna cocina muy bien por tener 22 años. Pero nadie supera a mi mujer. Sí, cada día me enamoro más.

Jaz: ¡Hola! -Me besó-.

Flor: Hola, Jaz. ¿Mucha gente en el restaurante? -Pregunté-.

Jaz: Sí, bastante. Quería quedarme pero Nico no me dejó -Levantó sus hombros-. ¿Qué pasó con Luna? -Me preguntó-.

Flor: Cuando fui a la cocina por algo para tomar, la vi y tenía los ojos hinchados. Entonces le pregunté y -Le empecé a contar todo lo que ella me dijo. Terminé de contarle y le pregunté-. A mí se me había ocurrido obviamente, si vos estás de acuerdo, que venga el tiempo que sea necesario a casa. Ella es una gran chica y no merece quedarse sin un techo donde vivir, ¿sabes?

Jaz: Sí, ¿sabes? Mientras que vos me contabas lo de Luna, a mí se me había ocurrido la misma idea que a vos. Ella no se merece pasar por eso.

Flor: Sí, no quisiera estar en sus zapatos.

Jaz: Ni yo.

Llegada la noche, Jaz ya estaba trabajando en el restaurante y yo seguía en el hotel ya que Bella estaba con el papá.

¿Estás libre esta noche?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora