Capítulo 23: La gran pista.

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《Maratón 2/2

* Narra Ariana *

¡Shuck! ¿Por qué justo a mí me toca correr con Newt a mi lado? ¿O sería aún peor tener en su lugar a Thomas? ¡Qué digo! Aunque Thomas se ve bastante bien siendo acompañado por la "nuevita"
Esa muchacha me da mala espina.
¿Acaso son celos Ariana? Tal vez, no lo sé.

Una de esas lagartijas metálicas que recorren el Área y el laberinto, me sacó de mis pensamientos. Hace tiempo no veía una. Son difíciles de ver y encontrar. Recuerdo que una vez Chuck pasó un día entero tratando de ver y matar a una. Obviamente no lo logró.

En el tiempo que llevamos aquí dentro nunca se han dejado tocar, ni hemos podido asesinarlas. Es imposible.

Veo que Minho comienza a frenar la marcha. Estábamos en la zona de placas, sección 4.

Alto.

¿Sección 4? Se supone que hoy no debería estar disponible. ¡Le correspondía abrirse en cinco días!

Minho estuvo concentrado en lo que la pista metálica marcaba durante el camino. De a poco, su luz titilaba con más rapidez al igual que los ruidos que éste emitía se hacían más frecuentes a medida que nos adentrábamos en el laberinto.

El asiático se dejó guiar por el objeto y nos llevó hasta dónde estábamos ahora.

La zona de placas eran unos enormes y finas paredes altas que de vez en cuando se cerraban o abrían sin razón alguna. Nunca entendimos el porqué.

Solo recordamos a George cada vez que las vemos.

El larcho era corredor y quedó atrapado entre ellas una vez y no pudo escapar. Con Minho, Newt y Ben nos vimos obligados a abandonarlo o nosotros no llegaríamos antes de que las puertas se cerraran. Al día siguiente, solo encontramos sus ropas hechas pedazos.

El constante ruido de el cilindro me impidió seguir pensando en George.

Era cada vez más constante a cada paso hacia adelante que Minho daba.

- Mmm, ¿a la izquierda?- habló el asiático consigo mismo.

Caminó varios pasos a la izquierda pero el ruido y la luz comenzaron a cesar cada vez que se alejaba.

-Quizás hacia la derecha- ayudó Brenda.

Minho obedeció y junto con Brenda caminaron varios metros entre las placas.

Thomas, Newt y yo los seguimos sin siquiera intercambiar miradas.

Rápidamente la pista comenzó titilar y el ruido a hacerce más constante e intenso. Casi como un zumbido.

Nos acercamos a mirar y en un segundo, los cinco teníamos nuestras confundidas caras sobre el tubo de metal con la vista plasmada en él.

Sin esperarlo, se escuchó como aumentó tanto el ruido que se había transformado en un zumbido y las luces y el número 4 en rojo, cambiaron a verde.

Sentimos la tierra moverse.

Un muro se abrió de quién sabe donde, dejando paso a una entrada que se alargaba por un pasillo, al parecer, sin salida.

No esperamos más y con precaución, cuidándonos la espalda unos a otros, no tardamos en adentrarnos por el ancho pasillo.

Las paredes tenían lianas desgarradas colgando de la piedra. Cómo si hubiera habido hace tiempo una pelea entre esas bestias.

Caminamos hasta una pared que indicaba el final del pasillo.

Minho aún sostenía la pista de metal.

Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora