Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADA

Capítulo 2: ¿Quién eres? ¿Quién soy?

Apenas caí en la cuenta de que las puertas oficialmente se habían cerrado, dejé de luchar con la persona contra la que forcejeaba. Había algo en el suelo, algo parecido a una antorcha que iluminó su rostro. Cuando le dirigí la mirada pude ver bien sus facciones. Era un muchacho. Lo único que pude destacar fue su cabello rubio, bastante sucio y revuelto; sus ojos... sus hermosos ojos claros color café y su boca con esos labios que inspiraban a bes... ¡¿QUÉ ESTABA DICIENDO?!

Él también me miro fijamente, nuestros ojos se encontraron...

Aproveché su descuido, sus brazos y piernas ya no ejercían tanta fuerza sobre mí. En ese momento decidí poner al revés las cosas, haciendo un gran esfuerzo me retorcí y en un segundo el chico estaba debajo de mí. Tan rápido como pude lo solté sin intercambiar ninguna palabra salvo algún que otro gemido por la fuerza. Me paré y corrí lejos de aquel extraño, ¿Quién sabía cuáles eran sus intenciones?. Me dirigí al bosque, al llegar solo me adentré en él, no me importaba con que me encontrara, solo quería alejarme de ese larcho miertero...- de repente esas palabras raras brotaron de mi mente- ¿Eh? ¿Qué eran esas extrañas palabras?

Me escondí entre unos árboles donde no me encontraría.

Me quedé quieta, tratando de no hacer ruido. Me hundí en mis pensamientos, algunas escenas borrosas pasaron por mi mente parecían que...

Alguien me agarró de atrás y me tapó la boca con una mano. Me giró y me encuentro con la misma persona que me había tirado al suelo hace unos minutos. Ya había perdido la paciencia, ese chico me hartó. Mordí bruscamente su mano, y él la retiró rápidamente y soltó un alarido.

-¡¡¡Oye!!!- dijo.

Corrí nuevamente sin darle importancia a lo que me dijo; esta vez, el salió detrás de mí, podía sentirlo. Me alcanzó y sujetó mi brazo, tratando de tirarme al suelo. Casi lo logra, solo que con la diferencia de que él estaba cayendo conmigo. Ambos no habíamos visto que estábamos en la bajada de una pequeña colina y caímos violentamente. En medio del acto, volvió a soltarme. Aterricé en el suelo, me dolía cada parte de mi cuerpo y sentía como salía sangre de mi brazo. Iba a levantarme para seguir corriendo, pero no había señales del extraño muchacho. No estaba tirado por ningún lado. Me fui caminando con cuidado hacia atrás viendo todo el piso lleno de hojas, troncos caídos, tierra y algunos arbustos para ver si él estaba en el suelo; y sin darme cuenta pisé algo de gran tamaño. Aterrada de lo que pudiera ser, volteé lentamente y me encuentro con el chico en el suelo. Estaba tendido entre las hojas y parecía inconsciente, estaba sangrando en algunas heridas pero nada grave.

-Puede que se haya golpeado con alguna piedra- murmuré para mi misma.

Algo preocupada me arrodillé para examinar que no hubiese... pasado a mejor vida.

Verlo tan tranquilo me pareció tan agradable... y lindo. Que pena que sus ojos color cafés estuvieran cerrados, ya que me parecían maravillosos. Volví a la realidad. ¡¿Qué estaba diciendo?!
Ni siquiera lo conozco. Debería calmar mis hormonas, pensé.

Antes de que pudiera reaccionar el extraño se incorporó de golpe, me sujetó de los brazos y me tumbó al suelo, quedando nuevamente sobre mí.

-¡¡¡SUELTAME!!!- le exigí- No te conozco.

-Escuchame garlopa, o te quedas quieta o eres niña muerta- amenazó

¡¿Niña?!

- ¡¿Niña?!- le grité mientras forcejeaba aún más- ¡No soy una niña, estúpido miertero!

Otra vez esas palabras raras, ¿De dónde salieron?

¡¡¡YA CALLATE!!!- gritó con tal violencia que pude notar como sobresalía su vena del cuello, creí que la vena iba a estallar. Me asustó con el brutal tono en que me gritó, así que decidí calmarme...a pesar de no podía.- ¡¡¡Mira garlopa, yo tampoco te conozco pero estuve observandote desde aquí- se refirió al bosque levantando la vista hacia todos lados- ví como saliste de aquella caja y quiero saber que sabes de todo esto y quién te trajo hasta aquí!!!

- Sueltame- seguía aterrada de la forma en que ese chico me gritó- Por favor- insistí con suavidad.

Él pareció notar mi tristeza y miedo, entonces, me preguntó con su voz lo más calmo posible:

- ¿Escaparás? Procura que no lo harás- me dijo mirándome a los ojos.

- Está bien- dije con tristeza- Pero sueltame, me lastimas.

Sentía como me enterraba sus uñas en mi piel.

Abrió los ojos al ver como me clavaba sus uñas en mis brazos ya débiles y sin energía.

-Lo siento- dijo en tono apenado y sensible. Seguido de su disculpa, se incorporó y me extendió la mano.

Acepté y también me levanté del suelo. Me incomodaba estar así con un muchacho al que no conocía.

- Ahora respondeme, ¿Qué sabes de este lugar o todo lo que esté relacionado con él?- pareció recuperar su dureza.

Lo que me molestó.

- Probablemente lo mismo que tú, NADA- respondí de mala gana. Me di media vuelta y estaba dispuesta a irme, cuando el extraño me sujetó del brazo... otra vez.

- Heyheyheyhey- dijo extrañado.

- No me toques- le dije fulminandolo con la mirada, y le repetí una vez más- SU EL TA ME- ya estaba harta y solo quería sentarme a llorar, toda esta situación era muy chocante para mí.

- Esta bien- me dijo- solo una cosa más.

-¿Qué?- le respondí cortantemente.

-¿Recuerdas tu nombre?- preguntó.

Fue suficiente para mí. Me senté en el piso de golpe, estaba derrotada ante esa pregunta. Me dolía no poder recordar nada.

Negué con la cabeza y comencé a sollozar. Luego de unos segundos, levanté la vista y chocamos miradas.

- ¿Quién eres?- pregunté deprimida.

- Me llamo Newt- respondió, y unos segundos después de esperar mi respuesta, que no respondí se arrodilló y me dijo con una leve sonrisa- Y creo que empezamos con el pie izquierdo.

Eso me animó un poco, pero no lo suficiente. Aún así, le devolví la pequeña sonrisa, que volvió a desaparecer luego de unos segundos. Volví a mi triste aspecto y con los ojos llenos de lágrimas, miré a la nada.

-¿Quién soy?- pregunté, casi en un murmullo.