Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADA

Capítulo 32: Esto no está pasando.

* Narra Thomas *

Apenas habíamos acabado con un Penitente y nos había dejado completamente exhaustos a todos. ¿Ahora tendríamos que enfrentarnos a siete criaturas más? ¿Todas juntas?

Esto no está pasando.

Brenda, Minho, Ariana, Zart, Chuck, Newt, Sartén, Winston y yo corrimos hacia la Finca para ocultarnos.

El resto de los Habitantes se repartieron los lugares donde ocultarse: unos en el mirador, otros en el bosque, en la caja, en el pozo, e inclusive en el baño.

- ¿Dónde se ha metido el miertero de Gally?- exclamó furioso Newt mientras corríamos.

- ¿¡Tú que crees?!- exclamó Winston.

Era demasiado obvio mencionar que seguramente se había ocultado al oír el caos que se estaba desatando en el Claro, en lugar de salir a pelear como varios lo estaban haciendo.

Llegamos hasta la Finca.

- Winston, Zart, traben las puertas. Sartén bloquea las ventanas, Thomas ayúdale. Minho, asegúrate de encontrar cualquier arma aquí adentro. Ariana, Brenda y Chuck ocúltense- ordenó Newt- El resto menos los últimos tres mencionados saldremos a encargarnos de los mierteros.

- Estás loco, no me ocultaré por ahí sin hacer nada. Iré contigo.

- No, quiero que cuides de Brenda y Chuck. Ve y hazlo.

- Newt, te dije...

- Yo voy con ellos, tranquilos-interrumpí entre ambos.

- Ya lo escuchaste, vamos- oí decir a Ariana a Newt.

- No, no irás.

- Thomas se quedará con ellos, él los va a cuidar.

- Ariana, ya te he dicho que no dejaré que nada te pasé.

- ¡Y tu promesa ahora me vale un plopus! Así que, andando.

Newt rodó los ojos y suspiró pesadamente.

- ¿Dijiste algo?- Ariana lo miró desafiante.

- No- disimuló Newt.

Minho apareció con las armas y luego de repartirlas, salió por la puerta seguido del resto.

Luego de ver toda esa escena, me dispuse a cumplir mi única tarea. Divisé a la muchacha pelirroja y al niño casi de inmediato.

- Puertas y ventanas bloqueadas- informé- Estamos a salvo.

- Encontré éstos- Brenda traía algunas espadas y dagas.

Afuera se escuchaba realmente un desastre. Gritos, Penitentes corriendo de aquí para allá, golpes, aullidos desgarradores y como se quemaban cosas. El humo se olía desde el interior de dónde estábamos.
Luego de alrededor de diez eternos minutos, un repiqueteo mecánico de un Penitente se sintió en el aire. La criatura había dado con nuestra posición. Su olor a aceite quemado llenó el aire. Se escuchaba con claridad como caminó alrededor de la Finca por un largo rato.

Los tres nos callamos, en ese momento no respiré, y juraría que los otros dos tampoco.

Nos quedamos en silencio hasta ya no escuchar ninguna señal de aquel Penitente por algunos minutos. Al parecer, se rindió al no poder encontrar un lugar por dónde ingresar. Pero su olor aún se sentía presente.

- ¿Se ha ido?- susurró Brenda.

- Eso creo- le respondí casi en un suspiro silencioso.

Inesperadamente, agujas y agujas atravesaron el techo. ¿Había estado ahí todo el tiempo?
Tiro el techo abajo, dejándonos entre los escombros y el polvo.
Su escurridiza cola abrió el gancho que poseía en la punta de ésta y con algo de pelea, atrapó a Chuck.