Capítulo 4: El comienzo de todo.

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Recuerdo agua. "CRUEL ES BUENO". Estoy en una camilla. Veo un chico rubio, pero su cara se torna borrosa. Gritos. Dolor. Más agua. "CRUEL NO ES BUENO" escuché decir de una voz masculina. "CRUEL ES BUENO" me vuelve a insistir una mujer de avanzada edad y vestida de blanco.

Desperté sobre exaltada, mis manos sudaban y estaba asustada pero a la vez confundida. Volteó para ver a Newt en su hamaca, pero él no esta ahí. Es muy temprano, recién está saliendo el sol y las puertas están cerradas desde anoche.

Busco con la mirada hacía mi alrededor a Newt pero no veo ni escucho nada. En ese momento, comencé a temblar. ¿Donde estaba Newt y porque soñé todo eso?

Me levanté y caminé hacia el área.

Estaba saliendo del bosque cuando el piso empieza a temblar y unos ruidos de piedra resuenan entre las cuatro paredes. Las puertas del este se estaban abriendo. Todavía no me acostumbraba a ese ruido y me pregunté si esto sucedería cada mañana y al anochecer. Al parecer sí.

Cuando las puertas terminaron de abrirse, puedo notar como alguien entraba corriendo.
Es Newt, dije para mis adentros. Por instinto decido perseguirlo, aunque me aterraba pensar que había mas allá de lo muros. Confíe en Newt y lo seguí. Lo perseguía sigilosamente. Pasaron algunos minutos y se detuvo. Habíamos pasado muchos pasadizos,sectores y pasillos distintos y eso me mareaba, me asusté al pensar que podría perderme. Definitivamente era lo que pensé en un principio. Un laberinto.

Observé como el chico parecía preocupado e inquieto. Miraba hacia arriba, dirigiendo su vista a los muros y lianas que colgaban de éste. Luego de unos minutos, pareció decidirse y con paso firme, comenzó a trepar los muros. Enredó sus pies para conseguir agarre y seguir subiendo, pero luego no podía moverlos y descubrí que se había atorado.
Está loco, reí por lo bajo y salí de mi escondite.

-Así que... te gusta salir a trepar por las mañanas- dije en un tono de burla mientras me acercaba a él.

Newt, que parecía concentrado en lo que hacía, se asustó al escuchar mi voz. Tal fue su susto, que quiso bajarse rápidamente de las lianas, pero olvidó que éstas se habían enredado difícilmente en sus pies. Sin querer sus manos resbalaron de las lianas y cayó de espaldas golpeándose contra el muro. Era divertido verlo así, colgado cabeza abajo y sus pies enredados. Me miró con naturalidad como si todas las mañanas hiciera lo mismo.

Comencé a reír como una loca y cuando me calmé, saqué una daga de mi bolsillo y corté las lianas de sus pies hasta liberarlos completamente. Cuando terminé Newt cayó de cabeza al piso y eso provocó que volviera a reírme.

- Así que te da mucha gracia eh- sujetó mi brazo y me tiró al suelo y comenzó a hacerme cosquillas.

- Hey, hey espera- dije mientras no podía contener la risa- No es un buen lugar para las cosquillas, volvamos al área, no quiero estar aquí.

-Está bien- se incorporó y me extendió la mano como lo ha hecho desde que llegué- Ahora apresurate y no me pierdas el paso, sigueme.

Enseguida se echó a correr. La verdad ya no me importaba perderme, sentía que estando al lado de Newt no me podía pasar nada. Dios, ¿Que estoy diciendo? Yo si que tengo problemas.

Al cabo de unos cuantos minutos sin parar de correr, llegamos al claro.

- Casi lo olvido, desde que llegas no comes- dijo preocupado- Ya estás pálida- me miró con esos ojos profundos de color café.

Corrió hasta la jaula de metal y comenzó a sacar las sogas, las cajas y los barriles. Todos con las siglas C.R.U.E.L. Me uní a él y llevé las cajas a el bosque donde dormimos la noche anterior.

Newt abrió una por una sacando la comida. En unos minutos estábamos devorando nuestro sándwich y nuestra manzana mientras bebíamos agua en unos vasos de madera.

-Más tarde te presentaré el claro y responderé a todas las pregun...

-¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué somos los únicos en este lugar? ¿Por qué no te acercaste a mí apenas salí de la caja? ¿Por qué impediste que entrara al laberinto anoche cuando las puertas estaban por cerrarse? ¿Qué son esos ruidos que se escuchan durante la noche?- pregunté con desesperación, dejé salir todas mis dudas.

Newt solo se dedicó a mirarme perplejo.

-Bueno... son más preguntas de las que esperaba- hizo una pausa- Bien, te diré todo lo que sé desde que he llegado aquí. No tengo idea del porqué estamos aquí, ni el porqué somos los únicos tú y yo. Y ahora que lo pienso y que te conozco, tampoco sé la razón del porque no me acerqué a ti cuando llegaste, soy un completo idiota... lo siento- miró al suelo- Creo que fue por protección... a mí mismo. Imagínate ser el único aquí durante un mes y que luego llegue alguien más en un lugar que tu no conoces, la verdad te hace desconfiar. Pero no sabes lo apenado que estoy ahora. Y luego de observarte por horas, cuando ví que corrías hacía el laberinto, no quería que nada te pasara. Sólo volvería a estar solo y no quería ni quiero. Aparte fue por tu bien, los Penitentes te habrían matado.

-¿Penitentes?

- El nombre surgió dentro de mi mente como los insultos, ya sabes, garlopa- me guiñó un ojo y sonrió de lado.

Le devolví la sonrisa. Ambos nos quedamos quietos, con nuestras miradas posadas en el otro. Nunca, y aunque me cueste admitirlo, absolutamente nunca me cansaría de ver sus ojos. Pude ver como Newt se sonrojaba y miraba al suelo.

-Eres lindo cuando te sonrojas- No puedo creer que dije eso- Vamos, quiero conocer este lugar- traté de disimular lo que había dicho antes y me levanté del suelo mientras comenzaba a caminar.

- Esperame- me tomó de la mano- vamos a ir juntos, ¿no?- me sonrió.

Sentí como mi estómago daba un vuelco.

-Sí, vamos.

Ahora la que se sonrojó fui yo.

Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora