Capítulo 33: ¿Me gusta Minho?

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* Narra Brenda *

Varias de las hamacas y camas donde solíamos dormir habían sido incineradas la noche anterior durante el ataque de los Penitentes. Varios tuvieron que compartir el lugar donde dormir o buscarse otro lugar para descansar.
Para cooperar, dejé que Gally me encerrara en el pozo con Thomas. El muchacho rubio no me lo impidió, también creía que yo tenía la culpa de todo lo que había sucedido. Ya me valía plopus lo que ese larcho creyera, sólo accedí para poder cuidar de Thomas. Antes de que me llevaran al pozo, Chuck se acercó y prometió darme una mano con él.

...

Supuse que era la mañana. Tardé unos segundos en abrir los ojos, y cuando lo hice, los párpados me pesaron terriblemente.
Casi no había dormido, tenía miedo que aquellos bichos volvieran. Supongo que el resto de los que quedaron en el Área tampoco pegaron un ojo durante la noche.

Quería saber la hora, pero en algún momento, el reloj de corredor que Minho me había dado se desprendió de mi muñeca y lo perdí.
Recordé que Thomas si llevaba puesto el suyo, entonces miré por el de él.
Era casi el mediodía.

El chico dormía profundamente; y lo haría por unos largos días. El Suero se le aplicó, y mientras pasaba por la Transformación, tardaría en despertar.
Al mirarlo, me pregunté como sería ser picada y el proceso de recuperar alguno de tus recuerdos.

¿Qué tan terrible podía ser todo más allá del laberinto y de C.R.U.E.L?

7.

Lo típico: ese ardor mental que torturaba a mi cabeza, a mi mente, a mis recuerdos.
Cada mañana. Cada día.
Era un dolor tan punzante y profundo que no podía evitar tensar mi mandíbula y chirriar mis dientes con fuerza.

El número 7 retumbaba fuertemente una y otra vez hasta casi escucharse en susurro, para luego hacerse imperceptible y desaparecer.

Claramente, eran una cuenta regresiva, ¿pero de qué?

Estaba dispuesta a encontrar una respuesta lo antes posible. Podía significar algo importante y quizá lo estábamos pasando por alto.

Mientras estaba hundida en mis pensamientos, apareció Chuck.

- Brenda, ¿estás ahí?- llamó en voz baja.

Me dejé ver a través de los barrotes, haciendo que el inanimado color gris opaco, iluminara mi cara.

- ¿Qué hay, shank?- la cara del pequeño sonrió con sus adorables mejillas regordetas- Traje esto para ti.

Me tendió un pedazo de trapo que envolvía comida como sándwiches, agua, zanahorias y manzanas.

- Toma, esto es para Thomas. Te lo envía Sartén- me extendió un plato de sopa y otro vaso de madera con agua- Deben comer bien.

Sin esperar, ataqué mi comida haciendo un gran esfuerzo por no trapicarme con ella.

- Gracias, Chuckie, muchas gracias- dije con la boca llena.

Escuché la risa llena de alegría y vida del niño.

- No hay de qué- dijo con una sonrisa, luego pareció acordarse de algo y su cara se tornó seria y triste- ¿Qué hay de él?- lo señaló.

- ¿Thomas?- pregunté terminando de masticar- Oh, no te preocupes, estará bien. Sólo... hay que darle tiempo hasta que despierte y luego nos dirá que recordó con la Transformación.

- Eso llevará días.

- Sí, pero yo cuidaré de él, Chuck- miré a sus ojos- De verdad, estará bien.

Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora