Quedate Conmigo 《Newt》 1° TEMPORADA

Capítulo 41: Experimentos humanos.

* Narra Newt *

Minho observó al Penitente totalmente desactivado.

- Thomas y Brenda debieron lograrlo- suspiró Sartén.

Ariana se acercó a nosotros con la mano derecha llena de baba de Penitente y con el cilindro.

- Esta cosa de metal no tiene nada que nos sirva- hizo una mueca de asco y luego lo tiró al suelo.

La tierra tembló de nuevo.

- ¿¡Acaso estos temblores mierteros no van a parar?!- Minho tambaleó.

- Esto no es bueno- tomé la mano de Ariana y la acerqué a mí.

Comenzaron a oírse explosiones desde lejos, que de a poco se acercaban hasta el lugar donde estábamos.

- ¡Minho!- gritó Ariana- ¡Hay que saltar por la Fosa o todos moriremos!

- ¡No me digas!

Si la situación no hubiera sido tan desesperante hubiera soltado una carcajada.

Minho los obligó a formar una fila, y uno a uno iban desapareciendo por el invisible abismo.

La tierra seguía temblando y sacudiéndose con cada una de las explosiones. Varios tropezaban y volvían a ponerse de pie.

Las piedras rodaban por los muros. Una de ellas golpeó en la cabeza a uno de los Habitantes. Sus compañeros se acercaron a su cuerpo, intentaron levantarlo, pero había tanta sangre que notaron que ya era tarde.

De repente, la tierra saltó debajo de sus pies y un crujido perforó el aire. Todos caímos al suelo bruscamente. A unos sesenta metros una sección del piso se había elevado. La mitad de la roca explotó enviando una lluvia de polvo en todas las direcciones.

Los heridos aullaban. El estruendo, combinado con el sonido de la roca resquebrajándose, conformaba un coro siniestro mientras el suelo continuaba vibrando.

El Laberinto se estaba derrumbando: teníamos que escapar de allí.

Los últimos en saltar fueron Winston, Sartén y Ariana.

- ¡Ve tú primero, Minho!

- ¡Te veo del otro lado, shank!- y desapareció por el abismo oculto.

Una roca cayó milagrosamente a mi lado y no tuve duda de que era una señal para salir de ahí lo más rápido posible o me quedaría entre los escombros.

Retrocedí y tomé carrera. Mientras corría hacia la Fosa rogaba que mi pierna no me jugara una mala pasada.
Había mucha sangre y gentes debajo de grandes trozos de roca y polvo.
Quité esas horribles imágenes de mi cabeza y tomé el último impulso.

Un viento congelado me invadió para luego caer en brazos de alguien.

- ¿Pensaste que con esa cojera te íbamos a dejar caer en el suelo?- Ariana y Minho me sostenían entre sus brazos, mientras el asiático soltaba una risita.

- Bueno, me siento una princesa ahora.

Varios en la sala rieron.

- ¿En donde estamos?- preguntó Brenda- Está muy oscuro aquí.

Ariana comenzó a tantear las paredes hasta encontrar una palanca roja.

De repente, una seguidilla de reflectores comenzaron a dar luz al lugar, indicando el camino hacia lo que parecía ser un interminable pasillo. Nos miramos entre todos, éramos los únicos once Habitantes que logramos sobrevivir.

Al cabo de unos minutos, nos detuvimos frente a una puerta que tenía un gran cartel con la palabra "salida".

- Debe ser una broma- dijo Sartén sin poder creerlo.