Sinopsis:
Tras un evento traumático para su familia, Iris es obligada a vivir en cautiverio, desde los 5 años, con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado, cuando viaja a otro mundo, uno lleno de magia y seres místicos, muy...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sappheiros se queda observando a la joven poner todo su esfuerzo en ayudar; los movimientos alrededor parecían adormecerlo, hasta que cierra su ojo nuevamente.
—¿Él... estará bien? —cuestiona la joven, al notar que el líder no se ha movido de su lugar.
—Sí, solo necesita descansar —asegura Zircon.
Después de un tiempo, apoyando en brindar materiales e insumos, de acuerdo a las solicitudes de Zircon, Iris descansa por corto tiempo, el frío se hace notar, por lo que tiene que acercarse a aquellos, que pueden proporcionar calor con su magia y evita lo mejor posible resbalones y caídas, que pudieran empeorar la situación.
La lluvia se aleja gradualmente y es turno de un usuario de elemento viento secar todo lo mojado, facilitando el movimiento entre los picos, así como la atención a los heridos y agotados, por el uso de sus poderes, durante la tormenta.
—Iris, ya debes reposar —dice Zircon, al notar que sus movimientos eran torpes, por el cansancio.
—Aun puedo seguir... —insiste, pero su respiración agitada la delata.
—¡No! todo aquel que esté agotado, puede sufrir accidentes y ocasionar problemas a los demás... —dice a modo de llamada de atención.
La joven se asusta ante el tono estricto, que no había escuchado en él y se queda estática por un momento.
—¿Lo entiendes verdad? —cuestiona Zircon.
Ella asiente pero se queda pensando y pregunta tímidamente
—¿Podría... al menos ir con su hermano?
—Está bien, pero mantente a su lado, hasta que te diga —ella afirma y se dispone a retirarse pero él la llama—. Iris... —intenta decir algo más, sin embargo se arrepiente—, no es nada, ve...
Poco después, Iris se aproxima al hombre que salvó.
—¿Cómo se encuentra?, ¿necesita algo?
—Estoy bien, gracias a una amable señorita —responde, sonriendo levemente.
Ella se sonroja un poco y niega tener el crédito por lo sucedido. Ambos se quedan en silencio. Es él quien habla primero.
—Puede llamarme Larimar. Parece cansada, siéntese aquí y descanse, antes de que Zircon se moleste —ofrece riendo, dando a entender que escuchó a su hermano antes.
—Solo llameme Iris, es raro que alguien mayor que yo, me trate de usted... y en cuanto a su hermano... temo que ya se ha enojado un poco —responde apenada, mientras se sienta al lado de él, donde le señaló.
Larimar ríe jovialmente, entendiendo la situación.
—Es totalmente su forma de actuar, a mi me regañó mucho, por lo sucedido. Es sobreprotector y se enoja fácilmente, si descuidamos la salud, pero lo hace por nuestro bien... Je, le queda el papel de doctor... —expresa, mirando a su hermano con nostalgia—. Es una lastima que no pudiera llegar a serlo —la sonrisa desaparece y mira hacia abajo, sintiendo tristeza.