Sinopsis:
Tras un evento traumático para su familia, Iris es obligada a vivir en cautiverio, desde los 5 años, con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado, cuando viaja a otro mundo, uno lleno de magia y seres místicos, muy...
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—Siguiente, Turquenite.
—¡Enseguida!
Azurita ha estado agotando su poder poniendo ilusiones a quien vea a cualquiera de su grupo, es evidente que no tiene las habilidades de Turquenite, así que ella dará la señal. Al grito de Azurita, las imágenes desaparecen y al mismo tiempo Rufo chasquea provocando que los anfitriones pierdan el control de sus cuerpos y la mayoría cae inconsciente.
¡No puede ser, no funcionó en todos, tengan cuidado! —piensa, al tiempo que se pone delante de Azurita para darle tiempo de recuperarse.
Como el equipo decidió usar las habilidades de Larimar, para comunicarse, cualquier pensamiento o mensaje está siendo transmitido a todos los aliados y al comprobar lo que Rufo dijo, se ponen en alerta.
—Vaya grupo que tenemos aquí, gente desterrada, y de otros clanes. ¿Se puede saber qué significa esto Ángel? —cuestiona Lazurd con voz amenazante.
—Yo puedo dar una mejor explicación —interrumpe Sappheiros.
—Más vale que tengas una buena razón, después de ocultar tu imagen, infiltrarse y atacarnos en esta reunión, ¿debo interpretar que ustedes se aliaron en mi contra?
—Te dije que te traería a alguien, pero tenía que asegurarme de que serías honesto con tu promesa —explica.
—¿Y es coincidencia que vengas con Ángel?, ¿o fue tan ingenuo para caer en alguna trampa? —inquiere mientras mira al joven con desprecio.
Ángel mantiene una mirada neutra y antes que cualquiera pueda responder, la persona que estaba tras el joven, a la vista de Lazurd, tomándolo por sorpresa.
—¡No puede ser!, tú... ¿Jade?, no... eres demasiado joven... —analiza—, ¡je!, ¡es increíble el parecido! —dice mientras coloca la mano para cubrir sus ojos.
Iris permanece con los ojos cerrados, un aura muy tranquila se percibe a su alrededor, distinta a como estaba al iniciar la reunión. De pronto los abre en dirección a Lazurd, el brillo es más intenso de lo normal.
—Así que despertaste el poder de un angelus, a pesar de que eres hija de un humano también, bueno, la sangre del clan Esmeralda es muy especial, así que no me sorprende del todo. Como no hay antecedentes, estamos siendo testigos de algo único. No pareces estar aquí por obligación o engaños, a menos que sea obra de Larimar o tú tengas la intención de venir a mi, pero es inutil, aunque seas descendiente del clan Esmeralda, ningún poder puede afectarme, ni mental, ni físico.
Es cierto, no puedo leer su mente tampoco —comunica Larimar.
—Esto es obra de Mogok —interviene Iolita—, el más poderoso defensor del reino. Escuché que puede formar todo tipo de barreras, que además de ser impenetrables, tienen otros efectos. Seguramente la barrera de la puerta y otros mecanismos defensivos, que ya vimos camino aquí, fueron su obra.
