XXXIX - Confirmación indirecta

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Después de una larga planificación nocturna, se van a descansar el poco tiempo que les queda

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Después de una larga planificación nocturna, se van a descansar el poco tiempo que les queda. Por la mañana, un visitante inesperado aparece ante el grupo y por un momento, el alarme se apodera de los presentes, hasta que logran reconocer quien es. Ángel es quien se acerca a hablar.

—Doc. no me diga que... ¿usted sabía?, ¿por qué vino?

—Esta es la hora en que normalmente salgo a recoger plantas medicinales, así que no es muy raro que me vean aquí. Aunque la razón por la que salí es diferente esta vez... siempre he podido saber cuando ocultas algo, tu comportamiento ha sido extraño desde que volviste. En ese momento decidí no indagar y solo esperar que confíes en nosotros; que te quedaras en nuestra casa, ya era pista suficiente para saber que algo pasaba.

»Te vi salir ayer en la madrugada a hurtadillas, estabas ansioso y no te preocupabas por ocultarlo o no podías —cuenta con una sonrisa indulgente—. Normalmente pensaría que no hay de que alertarme, sabes cuidarte solo, pero sencillamente, esta vez me sentí intranquilo y para ser franco, encontrarte fue un golpe de suerte, aunque no creo en ella.

El muchacho sonríe apenado y se rasca la mejilla.

—Pareciera que lo invoqué.

—¿Ah sí?

Ángel asiente y cuando está por explicar, Kelvin nota que alguien aparece a las espaldas del joven, acercándose; esto le impacta bastante, dos figuras que jamás pensó ver juntas, están frente a él; pues conoce las identidades de ambos.

—Sappheiros...

—Doctor Kelvin, confesaré que es una casualidad bastante interesante, justo ayer hablamos de usted.

—Qué inesperado, la última vez que te vi, fue hace 12 años. Esa cicatriz... no hice un buen trabajo —dice decepcionado.

—Salvó mi vida, de no ser por usted, habría muerto.

—Dada la forma en que te fuiste ese día, supuse que odiabas la idea de vivir.

—Eso ha cambiado, debido a muchos factores —dice, mientras desvía la mirada hacia Ángel, por un instante—. No tuve la oportunidad antes y no se si se repetirá, así que lo diré ahora, le agradezco por salvar a ese tonto muchacho que se había rendido.

—Volviste a ser ese niño agradable. Es gracioso cómo coinciden las personalidades de ustedes dos y otras cosas también... si no los conociera, juraría que son hermanos... —Algo hace como un chasquido en su mente y se queda pensando—. Un momento, estos dos... ¿por qué tenía esta laguna en mi mente? y hasta ahora lo noto, ¿estaré envejeciendo?, pero Ángel nunca habló de su hermano, cuando fue separado de su hogar.

—¡Doctor Kelvin!

—¡Oh! Iris, estaba muy preocupado, Ángel no quería decirme nada, ¿creciste en tan poco tiempo?

Angeline #PGP2025Donde viven las historias. Descúbrelo ahora