Sinopsis:
Tras un evento traumático para su familia, Iris es obligada a vivir en cautiverio, desde los 5 años, con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado, cuando viaja a otro mundo, uno lleno de magia y seres místicos, muy...
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Si bien Iris habla con Ángel, lo hace de una forma más tranquila, sin presionarlo con los temas que les ha causado estrés, tomando el consejo de su padre. Continúan su rutina diaria y comienzan a disfrutar todos sus momentos juntos. Hasta van a divertirse en casa de amigos, donde aprenden a jugar videojuegos, otras veces van a parques o al cine; Ángel sintió curiosidad por ir a ver una obra de teatro y el circo, eso le hizo recordar cuando pasaron por la casa Vestri y su misión era hacer reír a Padmaraga. Pensar que en el pasado su hermano vio estas cosas, lo hacía sentir un golpe de emociones que no sabía cómo apaciguar; pero Iris notaba estas cosas y cada vez, tomaba su mano para brindar un poco de calma.
Los adultos los van notando más relajados y muy cercanos. Con lo naturales que eran al actuar, como lo que ellos consideraban "acaramelados" y ni siquiera mencionarlo, a veces creen que ni lo han pensado. Claro que no solo ellos lo notaron, sino todos sus amigos, incluyendo Dean, quien decide hablar de frente con Angel.
—¿Por qué me pediste venir a la sala audiovisual de la escuela, Dean? necesitamos permiso para estar aquí, podríamos meternos en problemas.
—Me toca exponer en la clase de historia universal, después del descanso, así que tengo acceso para hacer los preparativos.
—¿Quién eres y qué hiciste con Dean?, es la primera vez que te escucho hablar tan serio, desde que nos empezamos a llevar.
—Es porque lo que tengo que decir, no es para hacer bromas.
—Bueno y ¿qué es?
—Seré directo. Tu sabes que Iris es como mi hermana. He notado como se miran y que de pronto se toman de las manos. Pero me causa molestia que ni siquiera se molestó en decirme que son novios.
—¡¿Qué?!, no lo somos.
—¿A quién quieren engañar?, todos cuchichean sobre eso en casa y en la escuela. Es demasiado obvio.
—¡Pero es la verdad!
—Creí que al menos podías confiar en mí, después de decirme que fuéramos amigos, pero veo que no será así.
—¡Escucha! Yo no soy alguien que sepa mentir muy bien, si lo estuviera haciendo, se notaría.
—¿Entonces crees que es un comportamiento normal, lo que hacen ustedes dos?, ¿me has visto actuar así con ella?, ¿o alguno de sus otros amigos? Siempre pensé que eras denso, pero ¡esto es el colmo! ¡¿En qué mundo vives?!, ¿no has visto cómo se comportan las parejas?
—Pero no hacemos nada de lo que ellos hacen... —responde apenado.
—¡Duh! Eso pasa con el tiempo, pero al principio es igual al comportamiento que tienen ahora.
—Uh... no lo había pensado...
—Se que ella estuvo encerrada por demasiados años y quizá no se haya dado cuenta, ¡pero tú me decepcionas! ¡Espero que no estés fingiendo demencia e intentes pasarte de listo con ella! —expresa con rudeza, al tiempo que lo jala del cuello de sus ropas hacia él y lo mira amenazante.