Sinopsis:
Tras un evento traumático para su familia, Iris es obligada a vivir en cautiverio, desde los 5 años, con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado, cuando viaja a otro mundo, uno lleno de magia y seres místicos, muy...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De regreso en la habitación de Takuya, la luz se retrae dejando de "reflejarse" en cada uno de ellos y los tres que estaban de pie reaccionan. Iris cae sobre sus rodillas, tocándose el pecho y la cabeza al mismo tiempo; Ángel solo se siente bastante aturdido; André se tambalea hacia atrás y la pared lo detiene, se desliza hasta sentarse por completo en el suelo, recogiendo las rodillas, con los antebrazos apoyados y deja la cabeza baja.
—Esta vez no te desmayaste —comenta Ángel, al acercarse a ella—, eso quiere decir que ya tienes más control de la magia.
—Siento que el cuerpo se me divide en mil pedazos y tú estás como si nada...
—Tengo más experiencia que tú, pero no puedo negar que me siento agotado, el viento podría tirarme si quisiera. ¿Crees poder levantarte?, te ayudo.
Los tres escuchan un leve quejido y se voltean a ver entre sí, pero ninguno de ellos fue; es entonces que todos enfocan su mirada en Takuya, sus ojos están abiertos y trata de mover las manos, pero no le responden.
Iris se apresura a levantarse a pesar de cómo se siente y con la ayuda de Ángel se acerca hasta poder sentarse en la cama y tomar la mano de su padre.
—Papá, por fin volviste —dice entre sollozos.
—Iris... estas tan hermosa como tu mamá.
Ella no puede contenerse y lo abraza.
—¡Te extrañé tanto!, creí que te había perdido... —Se quiebra la voz.
En tanto, el joven también ayuda a André, que la tiene peor, por usar magia de tan alto nivel, de hecho admira que se pudiera mantener consciente. Es cierto que gracias a los artículos, los efectos secundarios eran mínimos, pues hicieron de canalizadores; normalmente ni él podría resistir usar su poder por tanto tiempo, menos esa cantidad que sintió recorrer su ser, mientras la conexión estuvo activa.
El hombre le agradece a Ángel y le dice que puede moverse solo. Luego enfoca su atención en su hermano.
—Bienvenido, nos tuviste entretenidos por un largo tiempo.
Su voz evidencia el cansancio. Takuya lo mira y su mente comienza a recordar fragmentos de lo sucedido.
—Es cierto, Iris desapareció, yo... me sentí mal y... después ya no recuerdo nada.
—Estuviste inconsciente por meses, el mismo tiempo que tu hija estaba desaparecida.
—Mmm, ¿podemos dejar esos temas para después? —interrumpe Iris.