IV - Retroceso

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Meses después, todo parece mejorar lentamente, Iris se propuso cumplir con sus deberes, y después pedirle tiempo a su padre para convivir

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Meses después, todo parece mejorar lentamente, Iris se propuso cumplir con sus deberes, y después pedirle tiempo a su padre para convivir. Por supuesto, con la ayuda de André, para que el primero no pueda rehusarse y su trabajo no sea afectado. Aunque Takuya parece evitarla al principio, poco a poco, libera los sentimientos encerrados en su corazón, congelado por la soledad y el miedo.

Una tarde, los tres pueden disfrutar de un respiro, y André les invita a tomar el té en el jardín. A la joven se le antojan las manzanas del árbol cercano a ellos y el tío le ofrece bajarlas, sin embargo, ella se niega, argumentando que quiere que su padre pruebe las que ella obtenga y corre hacia el árbol para trepar. Takuya muestra un rostro severo.

—Tranquilo, ella estará bien, ya lo ha hecho antes; además, siempre estoy cerca —dice intentando calmar al enojado padre.

—Aunque sea así, no debería trepar árboles.

—No es necesario ser tan estricto, es bastante hábil aunque no lo parezca, después de todo, le he enseñado a cuidarse de varias formas.

Aún enojado, observa a su hija actuar. Mientras tanto, por el lado de las habitaciones de la servidumbre, salía un joven, de la misma edad de Iris, hijo de una de las sirvientas con más años trabajando para la familia y la de mayor confianza para André, por lo que su hijo tiene permitido vivir con su madre, ya que es viuda y no tiene otro lugar donde dejarlo; además, la mujer quiere mucho a Iris desde que nació y aunque no pudiera acercarse como antes, la ha cuidado de otras maneras; el joven fue compañero de juegos de Iris, antes de los cambios impuestos por Takuya, nadie sabe que han convivido a pesar de ellos, así que son amigos. El ahora joven curioseaba cerca de ellos y se había quedado observando, ocultándose en un arbusto; sin embargo, se percata de que la rama que sostiene a su amiga está por ceder y corre hacia el árbol. Desde la perspectiva de André no se puede ver esto, hasta que se rompe la rama, pero justo cuando eso ocurre, el joven ya está abajo y recibe todo el peso de Iris sobre sí. Takuya se levanta asustado y André reacciona tan rápido que ya estaba junto a ellos.

—¿Están bien? —pregunta, mientras los revisa y ayuda a que se pongan de pie.

—¡Ay, ay! eres más pesada de lo que pensé.

El joven se continúa quejando, pero no tiene heridas graves, sólo algunos rasguños de las ramas y el golpe del impacto del cuerpo de Iris.

—Oh, ¿cómo te atreves, Dean? —expresa con molestia, Iris.

—¿Qué significa esto?, ¿cómo llegaste tú aquí? —pregunta Takuya, mirando al joven con gran severidad.

—Yo... yo solo quise ayudar... —responde temeroso.

—Nadie tiene permitido estar aquí, excepto nosotros tres. Eres hijo de Salma, deberías conocer mejor tus límites, muchacho.

Se dispone a agarrar al joven por el cuello, pero André se interpone entre ambos.

Angeline #PGP2025Donde viven las historias. Descúbrelo ahora