Él parecía preocupado, por un momento; vi en sus ojos amor. Como en esas historias de amor, donde la pareja de enamorados se vuelve a encontrar. Pero no todo era tan fácil. No es como si no hubiera una historia de nosotros ya atrás.
Los enamorados no se reencontraban, él y yo no éramos nada. Aun así, se acercó. Haciendo a un lado a la multitud, me tomo la mano.
No podía evitar sentir impotencia y vergüenza al saber el pésimo estado en el que estaba, había sido todo un insulto a mi vanidad. Con la pierna asquerosamente herida, mi cara golpeada y mis esperanzas hasta el suelo, y aun así tuve fuerzas para estirar mi mano y tomar la cálida mano que antes había estado sujetando la de otra mujer.
— ¿Qué te ha pasado? — preguntó observando mi pésimo estado. Tomo mi cara suavemente — ¿Quién te hizo esto?
—¿la conoce? — pregunto el doctor.
—Si— respondió mirando la gente de alrededor – es una conocida.
En cuanto escuché su última oración, solté su mano. Sabía que todo era muy romántico para ser real y perfecto. Ni siquiera me llamo "amiga" solo, una conocida.
Eso era lo que merecía ser llamada, lo que después de todo representaba para él ahora. Una simple niña que causaba lastima y por eso se había convalecido de mí. Porque un estado así era tan penoso que cualquier otro que me viera aun siendo extraño, preguntaría.
Soltó mi mano para quedarse a charlar con una expresión preocupada y disgustada a la vez, con la enfermera que había entrado a mi habitación.
- ¿Qué le hicieron?, ¿en dónde está el culpable?, ¿A dónde la llevan?
Esas fueron algunas de las preguntas que alcance a escuchar que dijo a la mujer luego de que me llevaron a otro piso. Sí no tenía miedo antes de haberme cruzado con Prosciutto, ahora vaya que tenía.
Tenía miedo por saber que rastro quedaría de mí, ¿Cómo la gente me vería? Ya no sería esa joven vanidosa que siempre cuidaba su imagen para lucir perfecta. No quería despertar después de la cirugía y ser solo un fantasma de mi antiguo yo.
Estando ya en la mesa de operaciones, resignada a esperar la entrada del doctor con mi sedante, Terra estaba conmigo.
- ¿escuchaste cómo me llamo? – susurre – "conocida" ... un poco más que una completa extraña.
- No lo sé – contestó – yo creo que si parecía preocupado por ti.
- Tonterías. Si yo le importaba, habría estado conmigo en estos días.
El doctor entro a la habitación, Terra sabía que era hora de irse. Sujeto mi hombro.
- Estarás bien – afirmo para después marcharse.
Suspire, cerré los ojos esperando el sedante, "aunque termine en silla de ruedas... no regresare a Francia sin Polnareff"
- Señorita – pronuncio el doctor – no podré hacerle la cirugía.
Estas palabras me hicieron abrir los ojos de golpe.
- ¿Disculpe? – pregunte.
- El señor, Prosciutto me ha dicho que no me atreviera tocar ninguna parte de su cuerpo sin que este viniera.
Ahora se suponía que, ¿Prosciutto mandaría sobre mi cuerpo? Necesitaba de forma pronta la cirugía, mi pierna ya no podía más, ¿Por qué se atrevía a dar una orden así por algo que no era suyo?
- ¿Esta loco? – le reclame – ya no aguanto más el dolor, usted sabe que necesito ya la cirugía. Hágame ya la operación.
El doctor paso de estar sonriente y optimista a inseguro y con miedo. Hasta temblaba, sabía que seguramente Prosciutto había hecho algo.
![](https://img.wattpad.com/cover/208050319-288-k458360.jpg)
ESTÁS LEYENDO
ProsciuttoXReader
Fanfiction¿Quién dice que para vivir se necesita ser feliz? Antes pensaba que la felicidad era lo más importante, pero la vida es un poco más complicada que eso. Él llego a mí, ese hombre rubio siempre bien vestido se a pareció en mi vida. ¿Para sufrir? ¿Par...