Podría decirse que hacía las cosas desde cero, no sólo intentaba volver a amar, había aprendido de mis errores en el pasado. No sólo ya no tenía esa tensión sobre mis hombros, ahora estaba más seguro de mis emociones y no me sentía ridículo mostrando a Julieta mi interés.
Había pasado un mes desde que tomé ese primer café con ella y poco a poco comprendía lo que quería que pasará entre Julieta y yo, Beatrice sabía mi interés, siempre la dejaba salir a pasear conmigo pese a que estaba en horas de trabajo.
—Ya era el momento de que tuvieras tu cabeza libre del pasado— afirmaba.
Era un hecho, el pasado es historia, tal y como ella me habían dejado a mi olvido, era tiempo de hacer lo mismo, y la verdad es que no me pesaba. Me gustaba Julieta y con sinceridad lo afirmo.
Quizás era su mirada, quizás era su delicadeza y su seguridad. Pero en cuanto a juguetear se trataba, no tenía penas en revelar su egocentrismo. Además que no tenía modestas metas y eso me gustaba.
—Quiero una carrera en gastronomía —dijo en la primera cita formal que tuvimos.
Me asombraba verla pedir el menú conociendo cada detalle de los ingredientes y ordenando a los meseros agregar más de esto o más de aquello. Una conocedora sin duda que en temas de una buena comida me dejaba como un aprendiz.
— Enséñame más — no tuve apeno en decir.
Era esa seguridad y egocentrismo lo que me encantó.
Pasaron más meses y de la nada ella ya vivía en la misma casa que yo. Todos los días ella tomaba la iniciativa, en el pasado creía que yo era quién tomaba el control de la situación. Pero ella tomaba siempre la delantera y no tenía penas en poner su marca en mí.
Teníamos cosas en común, gustos por las finas marcas, inclusive tenía familia en Verona. No dude en invitarla a pasear por mis antiguas calles de la niñez. Era la primera mujer con la que me había abierto tanto emocionalmente.
Risotto y Giovanna no tuvieron objeción en dejarme pasear con mi amada algunas semanas por Verona. Ahí conoció la calle donde estaba la antigua satreria se mi madre, mi antigua casa que ahora era ocupada por otra familia.
Fueron semanas de relajación para mí y al mismo tiempo conocía más la mujer que tenía a mi lado.
Era ella una figura de carácter que poco a poco se adentraba en el estrafalario mundo de la mafia, cuando supo que era un capo a risas y orgullo caminaba por las tiendas de moda y joyería. No me molestaba, si ese eran sus tipos de gustos ¿Qué tenía de malo? No es pecado ser vanidosa.
A Beatrice le agradaba, aunque de la nada Julieta renunciará a su florería. Eso la tomó por sorpresa.
—Bueno, ya tiene a un novio capo — comentaba sarcástica — ya no necesitará trabajar en toda la vida, el siguiente paso es que te haga su esposo — finalizó sarcástica.
"Ser su esposo" quizás y eso era una broma de mi amiga, y era irse bastante extremista pero, sinceramente la idea no me molestó para considerar en un par de años más.
Julieta se adentro bien a mi mundo, no tenía penas en saber que dormía a lado de un ex asesino. Es más, al presentarla a los demás no tuvo miedo y de lo contrario a lo que esperaba, de inmediato se acomodó en la mesa donde todos cenamos y de manera amigable comenzó a charlar hasta con Risotto.
Incluso a Beatrice le sorprendió la confianza de Julieta para acercarse así a su esposo.
—Ni siquiera tú — puntuaba Illuso a Beatrice — tuviste ese grado de confianza en la primera cena con nosotros.
ESTÁS LEYENDO
ProsciuttoXReader
Fanfictie¿Quién dice que para vivir se necesita ser feliz? Antes pensaba que la felicidad era lo más importante, pero la vida es un poco más complicada que eso. Él llego a mí, ese hombre rubio siempre bien vestido se a pareció en mi vida. ¿Para sufrir? ¿Par...
