Te amo, mamá.

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- ¡Empaca tus cosas!

Lo repentino de su entrada me hizo dar un salto. Incluso el cereal en mi boca se había derramado ligeramente por mi labio.

- Mi Lady- dije limpiando la leche en mis labios- empacar... ¿a dónde iremos?

- A Italia - respondió.

- ¿Italia? - pregunte asombrada - ¿Qué haremos en Italia?

Ella parecía en verdad motivada, no me veía siquiera a los ojos pues se paseaba de lado a lado en la casa, guardando nuestras cosas en maletas.

- Responda, por favor- repetí- ¿Qué haremos en Italia?

- Es tu oportunidad- respondió- es tu oportunidad de brillar.

Decía ella en el avión rumbo a Italia, unos 10 minutos de pisar por primera vez para mi aquel país.

"Allá habrás de triunfar. En Italia nuestra felicidad comenzara. Mi niña, de eso estoy segura"

...

Todo había sido muy repentino. Apenas una noche anterior, había entrado asustada a mi cuarto sin fijarme si ella ya estaba dormida. En solo horas después, cerro sus ojos para no volver a despertar.

- Señorita...

Veía atenta a mi madre morir desangrada, la fuerza que sentía en su mano. Aquella que se sentía en una lucha por vivir, caía deslizando en mis dedos.

Escuchaba en mi mente al doctor hablándome, llamándome con muchas preguntas por hacerme. Pero yo no reaccionaba. Era estúpido, pero aún tenía la esperanza de que los paramédicos pudieran hacer algo... pero, evidentemente eso no habría de pasar. Mi madre ya había muerto.

- ¡Señorita!...

Luego de unos segundos, reaccione. El doctor me hablaba desesperado.

- Si... ¿Si? - apenas y conteste.

- ¿logro verlo? - pregunto el doctor agobiado- usted, ¿logro ver el rostro de quien la ataco?

¿un rostro?... apenas y procesaba la idea de que estaba muerta.

- Yo... no vi nada- conteste.

- Seguridad acaba de informar que, vieron a una persona que las observaba desde la ventana. Sé que es extraño de creer porque estamos en un 5to piso, pero en la cámara había un hombre que se agarraba a la ventana. Aunque nunca se le percibió entrar a la habitación... ¿noto si había algún cómplice?

¿un hombre que nos observaba?... un ¿cómplice? ¿El doctor creía que pudiera procesar todo eso a segundos de ver a mi madre morir?...

- No.

- ¿Disculpe... señorita?

- No vi nada.

Me levante y salí del cuarto, camine con la mirada perdida hacia el baño para limpiar toda la sangre que tenía salpicada.

Lave mi cara... mis lágrimas se habían secado. Creía que lloraría más, que dolería tanto que me moriría junto con ella. Pero el solo escuchar al doctor decir que había alguien observándonos...

- Entonces...- hablaba conmigo misma - la asesinaron.

Lo que quedo de la noche fue llenar papeles donde notificaba su defunción.

Me consideraba alguien con un corazón muy sensible, pero ese día. Por la memoria de mi madre, fui la mujer fuerte que ella siempre espero que fuera. Aunque quería tumbarme al piso a llorar, me mantuve lo más firme que podía hablando con el doctor.

ProsciuttoXReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora