~La squadra pt.2~

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Llegó para lo que a mi había sido la salvación. Era más que obvio, por el obedecer casi por instinto de los demás su mandato, Risotto Nero era el líder o jefe de este peculiar grupo de hombres.

No es que estuviera viniendo el momento más bochornante de mi vida, o el más terrorífico. Pero para mi no era válido el actuar de ellos.

Es por ello que me sentí más que aliviada viendo como llegó Risotto a poner orden ante ellos. Ellos se separaron de mi, no es le temieran (aunque una ligera expresión de miedo se percibió en ellos por unos segundos cuando le vieron) más bien fue el respeto y obediencia a su líder.

Illuso y Formaggio se pararon del sillón y se pusieron de lado de Ghiacchio y Melone. Formaggio riendo le dijo a Risotto:

- No le estábamos haciendo nada, Risotto. Sólo tratábamos de conversar con ella.

-Si- Illuso le siguió el semblante- somos muy amigables y ella muy tímida... Sólo fue eso...

- No me pareció eso- les interrumpe Risotto- pero, dejaré pasar este comportamiento suyo sólo por está vez. Así que,no quiero estar abandonando mi trabajo en mi oficina por venir a observar que se estén comportando ¿qué clase de imagen están dando? Así la squadra di esecuzione reclama más poder ¿qué tanta madurez tienen para pedir poder?

No entendía ni media palabra de Risotto, eso de poder y "Di esecuzione" pero pareció ser suficiente para que las expresiones de todos se cambiarán.

Entonces, antes de que Risotto se volviera a su oficina. Me pregunto si me sentía cómoda estando aún en la sala, me ofreció mostrarme el cuarto de Prosciutto para sentirme más cómoda y esperarle ahí.

Pero, me hizo esta propuesta estando todos presente. Si le decía que si y me iba al cuarto de Prosciutto, les daría a entender a los demás que me ponían incómoda y, la extraña razón por la que no confiaban en mi se multiplicaria. Es por ello que, pese a que en verdad quería, me negué a abandonar la sala.

Él aceptó mi respuesta y regreso a su oficina, dejándome sola (otra vez) con ese extraño grupo de hombres.

Cuando se marchó, volví a bajar mi mirada con vergüenza e incomodidad y rezaba al cielo para que Prosciutto terminará de arreglarse.

Sin embargo, Formaggio volvió a sentarse aún lado de mi. Entonces yo implore por un poco de piedad ya que no me podía sentir más incómoda.

-Hey hey hey- dijo acomodandose- no nos lo tomes a mal ¿okey?- y yo levanté mi cara pues su voz sonaba un poco más amable- es que no acostumbramos a tener visitas.

- Si, no creas que somos malos tipos- a Formaggio se suma Illuso. Con una sonrisa algo pícara pero más amable- eres muy tímida, no estamos tan acostumbrados a las chicas tímidas.

-Habla por ti, yo he salido con muchas mujeres- Formaggio le interrumpe.

-Ninguna mujer querría salir contigo- le contesta Illuso.

-He salido con muchas, yo no tengo necesidad de espiarlas para pedirles una cita como tu- él le responde.

-Ninguna mujer bonita y en su sano juicio saldría contigo...

Y así continuaron los dos diciéndose cosas conmigo enmedio, eran extraños. Pero los insultos amistosos que se decían entre ellos de alguna forma me hizo sentir más cómoda y comencé a soltar ligeras risitas ante sus comentarios crueles entre sí.

Algo que ellos lo notaron y empezaron a ser más amenos conmigo. Y como si nada, él aura de la sala cambio. Ellos dos me hacían más preguntas sobre cómo era mi vida siendo bailarina, yo les contaba todo e incluso le dije a Formaggio la clase de chicas que había ahí por si le interesaba alguna.

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