캠프 9

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¿Como puedo explicar que de pronto sentía que yo encajaba con Jimin?

Pasamos algunas horas charlando, riendo y cantando cuanta canción se nos ocurría.

Le hable de mi padre, de lo mucho que lo extrañaba y de la difícil relación que llevaba con mi madre. Me cuestiono bastante respecto a por qué no estudiaba lo que yo en verdad deseaba, relatándome como él también tuvo que luchar por lo que quería e incluso me dijo sobre los planes que tenía: los de irse unos meses al extranjero a estudiar una maestría al finalizar el verano.

Conforme pasaban los minutos, me di cuenta de lo mucho que me gustaba Jimin. No puedo negar que el ínfimo beso que dejó cerca de mis labios ayudo bastante, pero no lo era todo, el rubio era como una sensación cálida y tierna que me envolvía por completo.

— Se está haciendo tarde ¿verdad? — ambos estábamos recostados sobre la hierba, admirando las ramas sobre nosotros y nos regalaban su sombra. Revisó su móvil, que estuvo ignorando desde que llegamos al claro. — Apenas y tenemos tiempo para ir a la reunión. —

— ¿En serio? — me senté de golpe. — ¡Vamos ya! ¡No quiero que Jin nos de tareas extras! —Cuando estaba apoyando mis brazos para levantarme del suelo, Jimin tiro de mi brazo y me hizo caer hacia atrás. Su brazo extendido sirvió para amortiguar el golpe en mi cabeza, pero de todas formas me quejé.

— ¡Tenemos suficiente tiempo, lunita! — su risa resonaba cerca de mi oído. Estaba prácticamente junto a su cuerpo. — ¡No quise asustarte! —

— ¡Tonto! me dolió la cabeza —

— Lo siento, dime donde. — me pidió, entonces giré lo más que pude mi cabeza para mostrarle el lugar donde me había golpeado, justo por encima de la nuca... y Jimin dejó un beso ahí.

La sensación de sus labios y su aliento en ese punto, me erizaron la piel. No pude mirarle, solo apoyé de nuevo mi cabeza sobre su brazo y dirigí la vista hacia las ramas del árbol. Él estaba recostado de lado y sentía su mirada en mi rostro.

— Hannah, mírame. — las vibraciones de su voz chocaron con mi mejilla. Trague duro antes de girarme sobre mi costado y encararlo. Quedamos frente a frente, podía ver perfectamente todo su rostro, tan cerca como nunca.

Su mano de pronto estuvo en los mechones sueltos de mi cabello y lentamente deslizo sus dedos hasta tomar una de mis trenzas y enredarla entre ellos. No quería hacer o decir algo que interrumpiera el momento, así que solo me quede observando sus bonitos ojos, su pequeña nariz y sus labios ligeramente entreabiertos.

— No quiero forzar nada de lo que está sucediendo y es que quiero disfrutar cada momento contigo, de la forma más simple y natural. — había un ligero temblor en su voz. — No creo en amores a primera vista, no lo hago... y sin embargo, hay algo intenso que me lleva a ti, lo hace desde el instante en que te vi sentada entre la gente hace tan poco y no lo entiendo... es algo nuevo para mí y me gusta. Me gusta mucho, en verdad. Tú me gustas mucho, Hannah. —

No respiro.

Jimin se acercó lentamente y dejó un beso en mi frente. Sentí su aliento y después sus labios besaron de nuevo el mismo punto algunas veces más.

Así que lo abracé.

Pasé uno de mis brazos por encima suyo y hundí mi rostro contra su cuello. Su aroma me envolvió y me di cuenta de que no me había equivocado, Jimin era cálido, muy cálido. Termino flexionando el brazo que tenía bajo mi cabeza y poniendo el otro sobre mi espalda para también rodear por completo mi cuerpo.

— ¿Qué clase de tareas extras pone Jin si no vamos a la reunión? —

— No hablas en serio. — dije.

Summer Feelings [pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora