캠프 18

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— Entra en el agua. — habló en voz baja.

— No, no me importa si me atrapan. — apenas si podía respirar, me había rendido. Las luces estaban a nada de dar justo en el lugar en donde me encontraba.

— Hannah, escóndete aquí... por favor. — miré en dirección de quienes venían. — Por favor. — accedí deslizándome por el fango hasta estar, una vez más, en el agua.

Las raíces estaban cubiertas de musgo y estaban resbalosas al tacto. El espacio en donde se encontraba el pelinegro parecía muy reducido y me pregunté como pudo meterse ahí. Pareció adivinar lo que pensaba.

— Tienes que entra por debajo del agua. — me indicó. Ahora las luces estaban sobre la orilla y unas voces masculinas se escuchaban cerca.

— Joder. — farfullé. Me acerqué hasta el lugar que señaló y me metí por debajo, cuando salí, el retrocedió muy poco. El espacio se redujo a nada y pegó su cuerpo contra el fango del montículo y las raíces, para que yo pudiera encontrar un punto de donde afianzarme.

Mis pies tocaban apenas piedras que parecían estar llenas de jabón y supongo que más raíces, que cuando las pisaba me desestabilizaba toda por estar resbalosas. Terminó sosteniéndome por el brazo, mientras que apoyaba uno de mis pies sobre una roca y otro sobre una raíz. Afuera de el escondite se seguían escuchando las voces y seguramente revisaban que había huellas por todos lados.

— ¿Por qué tenemos la misma estatura? — susurré.

— Estoy parado en un hueco. — no me miraba, solo sentía como presionaba mi brazo.

— ¿Hay... alimañas aquí? — murmuré. — ¿Crees que haya algo entre las raíces? — Estaba nerviosa y no podía dejar de hablar. No me tranquilizaba el hecho de que todos hubieran huido porque aun así, era posible que los encontraran o a nosotros metidos en ese hueco.

— No lo sé... no he visto que... — mi pie resbalo de la raíz y me sostuve por el cuello de la camiseta de Jungkook, estirando la tela. — No te muevas... agitas el agua. — dijo con los dientes apretados.

— Lo lamento. — seguía tirando de su camiseta y bajó la vista hacia mi mano haciendo un puño con su ropa. Me miró un instante.

— No te molestes ¿si? — me soltó y me rodeo con los brazos, mis pies dejaron de tocar el fondo. Estar así me recordó al día del claro y me puse muy tensa. — Puedes soltar mi camiseta... yo... yo te sostengo. —

— Bien. — relaje mi agarre y sentí que resbalaba, el pelinegro me acercó más a el y le pasé mis brazos por los costados, hasta rodearlo por la espalda, para al menos sostenerme un poco. Su cuerpo se tensó cuando lo hice. — ¿Estoy lastimándote? — se quedó en silencio. Vi luz sobre el agua.

— No, Hannah. — apenas y lo escuche, aunque casi me hablara al oído. Su respiración chocaba levemente con mi hombro. — Nunca... nunca había estado así con una chica. —

La confesión me tomó por sorpresa y gire levemente mi rostro hacia el de Jungkook, aunque me arrepentí enseguida, al sentir como accidentalmente roce su mejilla con mi nariz y él ladeo su cabeza para apoyarla contra la mía... buscando mas contacto. La cercanía y el silencio que hubo entre los dos, comenzó a ponerme mucho más nerviosa y fue justo ahí que puse atención a el chico que me abrazaba: al calor de su cuerpo, la sensación de su piel y sus manos ceñidas a mi. Un sentimiento de ternura me invadió porque entonces pensé en que, posiblemente, aquella vez en el claro había besado por primera vez.

Jungkook comenzó a temblar y no entendía bien la razón. No podía tener frío ¿o sí? Yo sentía como todo a nuestro alrededor estaba ardiendo ¿O era yo? Debía ser solo yo.

Summer Feelings [pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora