Summer Feelings [pjm]

캠프 22

 — Era un hecho que se quedaría con nosotras. — Jiwon refunfuñaba en voz baja a mi lado, mientras que poco a poco veíamos salir al resto de los asistentes, de la sala de juntas. Jin iba presentando personalmente a Sangmi, que hablaba brevemente con cada persona que iba conociendo. — No me agrada para nada. — espetó, y solté una risa nasal. Eso ya me lo esperaba.

— Ninguna de las nuevas te agrada, Ji, solo aceptas a las chicas consejeras y no entiendo bien por qué.

— Son muy reservadas y ni siquiera tratan de formar parte de la "mad house"

— Ah ¿Y crees que ella si? Acaba de llegar, no la conoces.

— No lo sé, hay algo... — y tal parece que se trataba de alguna especie de broma porque justo en ese momento le tocó el turno a Jimin de conocerla. Mi amiga se quedó igual que yo, en completo silencio, observando la escena.

Sangmi, se sonrojo cuando el rubio la saludo de forma bastante casual y respetuosa. Fue bastante corto y Jimin se despidió para avanzar hacia la puerta, justo desde donde Ji y yo mirábamos. A diferencia de los demás, no cruzó palabras con él y así pensé que terminaría todo el encuentro... más como dije antes, debía ser una maldita broma porque ella avanzó algunos pasos para alcanzar al rubio y lo llamó, dando apenas un par de toques en su hombro, con las puntas de sus dedos.

No entendí que fue lo que le preguntó a Jimin, que me daba la espalda y por la posición, tampoco podía verla a ella; sin embargo segundos después lo escuche reír levemente. Sinceramente quise ignorar lo que se retorció en mi interior, como una punzada de celos, producto de la incipiente inseguridad, que estúpidamente creí se había ido para siempre de mi. Jin, se acercó a ellos y Sangmi terminó despidiéndose, para continuar presentándose. ante los que quedaban en el lugar.

— No dejaba de verlo. — musité sin querer y salí de la sala, seguida por Jiwon.

— ¿Qué dijiste? — me preguntó cuando la puerta se cerró detrás de ella.

— No dije nada. — la puerta se abrió y Jimin apareció, sonriéndome.

— ¿Te acompaño al taller?

— Justo ahora no voy hacia allá. — respondí.

— Ahh, olvidé que llevaras a esa chica ¿Entonces nos vemos en la entrada al comedor? — asentí, mostrando mi mejor sonrisa y el se despidió para salir de las oficinas, no sin antes acomodarme un mechón rebelde de mis cabellos detrás de la oreja.

— Sé que viste lo mismo que yo. — murmuró mi amiga, en el momento en que nos quedamos a solas, y no pude evitar mirarle mal. Fue como una patada, porque ella no tenía idea de lo que yo noté antes.

Joder, Jiwon.

— Basta ¿Quieres? — Hablé de la forma más tranquila e indiferente que me fue posible. — Lo que vimos tal vez no significa nada, ni quiere decir que esté interesada en él y si así fuera, pues que más. — me encogí de hombros. — No se puede evitar que tenga admiradoras

— Tienes razón, otra más de su fandom... cómo sus alumnas.

— Exacto. — Si, solo que esta posible fangirl es hermosa, comparada con las adolescentes.

Comparada contigo.

Me obligue a ignorar tal pensamiento, que solo me arrastraban a esa parte oscura.

Ignóralo, solo ignóralo, Hannah.

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