캠프 25

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— Dale un poco de tiempo, Hannah, debe ser algo realmente preocupante — Jiwon terminó de cepillar su cabello. — ten por seguro que cuando se encuentre más tranquilo, te dirá que sucede.

La noche anterior, no pude dormir muy bien, por un presentimiento que solo me estaba llenando de ansiedad y que se volvió tan intenso, cuando Jimin no pasó por mi aquella mañana, para ir a desayunar. Tan solo recibí un mensaje suyo, lleno de disculpas y diciendo que se reuniría muy temprano con Jin. No debía adelantarme, podía ser nada, sin embargo su raro comportamiento no me sacaba de la cabeza que había algo más.

— Lo sé, más no puedo evitar sentirme preocupada por el. — me abracé a mi almohada.

— Todo estará bien. — me extendió la mano, para ayudarme a salir de la cama en donde había estado esperando para dirigirnos al comedor.

Nuestra compañera de nuevo había salido a correr muy temprano y después de prepararse para sus actividades, salio sin decir nada. En realidad, apenas si hablaba con nosotros y me di cuenta de que la chica que compartía la cabaña, era alguien muy opuesta a la que se presentó delante de mi apenas días antes ¿O en realidad su comportamiento se torno así por la situación con el rubio? En ese momento, no podría importarme menos, tenía otras cosas en que pensar.

Al avanzar por el andador y casi al estar frente a la cabaña de Tae, vi a Jungkook salir de ahí, seguido por el castaño.

— ¡Hola, chicas! — saludo Tae. — My date. — le besó la mano de Jiwon.

My sweetie. — respondió ella en un tono bastante dulzón e infantil, arrastrando la ultima letra.

En realidad esa interacción no me sorprendió demasiado, lo que me dejo perpleja fue la expresión de Jungkook. Me miraban con pena y eso solo removió todo en mi interior. Tae y Ji, se olvidaron de nuestra presencia, comenzando a caminar rumbo al comedor, ignorándonos y dejándonos atrás. El pelinegro se metió las manos a los bolsillos y se dispuso a seguirlos, pero lo detuve por el brazo, sus ojos se cruzaron con los míos y no nos dijimos nada por unos segundos.

— ¿Jimin esta bien? — pregunté, cuando la parejita ya no se encontraba tan cerca. Jungkook frunció el ceño y desvió la mirada.

— Deberías esperar a hablar con él — mi mano aún le sostenía por el brazo. — creo que es lo correcto.

— Jungkook — hice un poco de fuerza en mi agarre y eso hizo que me mirara. —¿De verdad se trata de su estudio? — sus facciones se tensaron. — No es eso... — musité. Yo tenia razón, Jimin mentía.

— Habla con él.

— ¿Es sobre su familia? — pregunté, y no respondió — ¿La maestría? ¿Su salud? ¿Algo ilegal?

¿Si lo presiono me contara?

— Hannah. — me suplicó, quería que dejara de cuestionarle.

Por un instante me llene de miedo por preguntar y un nudo se formo en mi estomago.

— ¿Se trata de una chica? — el pelinegro de golpe aparto sus ojos de mí, entonces dejé de tocarle. Hubo un pequeño dolor en mi pecho.

— Yo siempre voy a estar aquí. — dijo de pronto. Mis manos se aferraron al dobladillo de mis shorts.

— ¿Por... por qué me dices eso? — cruzamos miradas y la sensación de llanto me invadió, haciendo que lagrimas se formaron en mi ojos, nublándome la vista.

— No lo olvides, Hannah.

— Por favor, Jungkook... d-dime. — sentí mis mejillas húmedas y los ojos de el pelinegro también se llenaron de lágrimas.

Summer Feelings [pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora