CASADA CON KIM TAEHYUNG | KTH | saga #3

veinte

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capítulo veinte

Me acerco a la cocina un olor a quemado inunda mis fosas nasales. Hago una mueca y no dudo en entrar. La cocina esta llena de humo, humo negro que sale de uno de los sartenes.

Dios mío, ¿pero qué a pasado?

Me apresuro rápido para poder apagar la llama de fuego y hacer algo.

— ¡Cuidado! -me sobresalto por el grito, estoy por tomar el mango del sartén pero Taehyung me aparta lo hace él con un trapo- ¡Agh! -suelta el mango del sartén rápido ya que está caliente- Mierda, mierda.

— ¡Taehyung! ¿Estás bien? -enseguida apago la estufa y me acercó a él- Déjame ver.

— ¡Mierda, Hyun Mi! -alza la voz sobresaltándome- ¡¿Porqué nunca tienes cuidado?! ¡Pudiste haberte hecho daño! ¡Nunca piensas las cosas, te dejas llevar por tus impulsos! ¡Solo te pones en peligro! ¡Pareces amar eso! ¡Ayer fue lo mismo, solo me haces preocupar! ¡Ten más cuidado o...!

Grita tan alto que le miro impresionada y con algo de miedo. Me alejo de él así como mis manos. Me siento tan molesta repentinamente que así es como le miro. Bajó la cabeza.

— Lo siento. -siento mis ojos picar, estoy en esa situación donde me siento una carga o algo así- Tienes razón... Me dejo llevar por mis impulsos, ayer te puse en peligro también. Créeme no es intencional.

—su pecho sube y baja, esta agitado, no se si por gritarme o porque otra cosa- Hyun Mi...

—le interrumpí- No quiero ser una carga para ti... Detesto depender de alguien.

— No quise...

—aprieto mis puños, ahora me siento molesta- No era para que me gritaras así. -fruncí el ceño- ¡Siempre lo haces cada que te da la gana! ¡Es tu culpa por fingir preocupación por mi! ¡No la necesito, no te necesito!

Le doy la espalda y voy a las escaleras para irme, estoy molesta. ¿Era necesario gritarme así? Solo me hace sentir culpable, es su culpa, él se exaltó.

— ¡Hyun Mi! -lo escucho tras mío, alza la voz pero no de mala manera- Escucha. ¡Escucha! -toma mi mano haciendo que me detenga y lo mire- Te lo dije, no quise gritarte.

— Lo hiciste. -y eso me pasa por preocuparme por él-

— Yo... -cerró sus ojos y suspiró- No lo hacia para hacerte sentir mal. Enserio, solo es que... Me sobresalte, porque pensé que te harías daño con esa cosa caliente. Si eres impulsiva pero se que no lo haces porque si.

Me quedo callada, no se que quiere que le diga realmente. Alejo mi mano de él y me tranquilizo. Bien, ambos nos sobresaltamos, no quiero seguir con esto. Pase a su lado yendo a la cocina. No veo a las empleadas, aunque agradezco que no hayan visto la discusión, estaba a nada de agarrarlo de las greñas.

— ¿Te lastimaste? -pregunte-

— No, solo está roja por lo caliente pero no me lastime.

Se sienta en la barra de la cocina. Mira su mano y hace una leve mueca cuando la toca.

— Déjame ver. -tomo su mano- ¿Te duele si toco? -el asiente con una mueca cuando toco la palma- Lo bueno que solo es el dolor, no te saldrán ampollas o algo, creo

— Gracias. -nuestras miradas chocan pero solo asiento-

El ambiente es incomodo ahora que ya terminamos de gritarnos como dignos bipolares. Se pone de pie para ahora abrir la lacena y sacar lo que creo será su plato para servirse de la comida. Obvio lo que se quemaba era comida, no se porqué las empleadas no andan cerca. Sin tomarle mucha importancia voy al baño del primer piso.