ASHLEY
Me levanté del regazo de Austin algo incómoda. Era verdad que tenía que hacer pis, pero ver a mi amiga liarse con mi...,con Austin enfrente de mis narices, no era lo que más me apeteciera en el mundo, la verdad.
Me moví entre la multitud, apartando a la gente. La mayoría iba muy borracha o se estaba besuqueando por las esquinas. Odiaba las fiestas.
-Hola, guapa.- un rostro que no me sonaba de nada me paró en mi escapada al servicio, mientras subía las escaleras. Aquella casa era enorme y había tenido que preguntar qué puerta era el baño.
-¿Te conozco?- inquirí.
Era un tío con tatuajes y la cabeza rapada.
-Ahora sí. Soy Brian.- me tendió su mano para estrecharla.- ¿Cómo te llamas, monada?
-Monada no, para empezar. Así que no me vuelvas a llamar así.
-Uo, uo, calma. ¿Buscas algo?
-El servicio.
-Yo te puedo enseñar donde está.
-Ya me lo han dicho.
-También hay por allí una habitación vacía. Si quieres, te invito a pasar.
-No, gracias. Y ahora, apártate.- me moví para un lado, pero él me seguía cortando el paso.
Se empezó a reír, moviéndose de un lado a otro en la escalera, sin dejarme pasar.
-Tengo que ir al baño. Déjame pasar, por favor.- levanté un poco la voz.
-¿Y si no quiero?- alzó las cejas.
-Apártate.
Aquel tío me estaba poniendo de mala leche.
-Menudos humos, guapita, ¿no estarás con la regla?- puso una sonrisa burlona.
-¡Qué listo! Has dado en el clavo.- la ironía era claramente notable en mi voz.- ¿Sabes lo que hago también cuándo estoy con la regla? Dar de ostias a quién me pone de mala leche. No querrás que te pegue con un tampón. Aunque bueno, siendo tan machito, dudo que sepas ni qué forma tiene.
Una chica morena apareció de repente, dirigiéndose a él.
-Brian, déjala joder.- exclamó ella.
Finalmente, el tío pesado me dejó subir las escaleras.
Resoplé.
¡Por esas cosas siempre me quedaba en casa! La gente era experta en fastidiar. Y si estaban borrachos, ya ni te cuento.
-¡Bonito vestido, aunque estarías mejor sin él!- oí su grito aunque estaba de espaldas, seguido de risas y comentarios burlones por parte de sus amigos.
¿En serio quería seguir por ese camino? Aquello me cabreó aún más.
Me giré, bajé un par de peldaños y le di una patada en la entrepierna, la cual no se esperó.
-¡¿Pero qué mierdas haces!?- gritaron sus amigos, y la chica.
Él estuvo retorciéndose de dolor durante un minuto como mínimo.
Resoplé y seguí subiendo por las escaleras, ahora más molesta.
¿Acaso ese tipo de chicos habían recibido alguna educación?
No me hizo falta girarme, segundos después. Por el olor, ya sabía quién subía detrás de mí las escaleras.
Me tocó el hombro cuando llegamos a la puerta del baño.
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INEFABLE
Teen Fiction[TERMINADA] La vida de Ashley Cooper cambió para siempre el día que su padre murió en un accidente de coche. Desde entonces, nada parecía importar ya. Ashley estaba a punto de darse por vencida cuando le conoció a él. Un verano. Tres meses. Dos pe...