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AUSTIN

Minutos antes...

No podía apartar la vista de Ash. Estaba terriblemente sexy. Me estaba volviendo tan loco por ella que me había aprendido una canción romántica de un grupo que se separó hace la tara de años, y la había tocado enfrente de mucha gente con un instrumento que llevaba años sin tocar.

En fin.

Sonreí satisfecho al ver la fiesta que había montado. No había quedado nada mal. Aunque sabía que a Ashley no le iban las fiestas, me alegraba de que le hubiera gustado.

Quería que tuviese el mejor cumpleaños posible, ya que era el primero que pasábamos juntos y el primero que estaba sin su padre.

-Hola, Austin. - me saludó Sarah.

No me había percatado de que estaba al lado mío.

-Hola. Gracias por entretener a Ashley esta mañana. Sin ti no hubiéramos podido preparar todo.

-De nada.- suspiró. La notaba algo rara.

-¿Te pasa algo?- la pregunté.

Iba a negar con la cabeza, pero al parecer se arrepintió.

-La verdad, sí. ¿Podemos hablar?- asentí.

Fuimos a un rincón porque quería hablar en privado. No sabía de qué quería hablarme.

Suspiró. Se notaba que estaba nerviosa. Nunca la había visto así.

-¿Qué pasa?

-¿Qué sientes por mí?- su pregunta me pilló totalmente de improvisto.

La miré, confuso.

-¿Qué?

-Lo que has oído.- se cruzó de brazos.

-¿Cómo que qué siento por ti? Eres mi amiga. Mi mejor amiga, diría yo.

-Tu mejor amiga...- resopló. Yo no entendía nada.- Estoy enamorada de ti, Austin.

En ese momento se me cruzaron todos los cables. ¿Cómo?

¿Había oído bien?

Sí, has oído bien.

-¿Qué?

-Que estoy enamorada de ti.- repitió.

-¿Estás enamorada de mí? ¿Cómo...por qué...?

Soy consciente de lo ridículo que sonó eso pero no pude decir nada más.

-¿Por qué?- resopló, y soltó una irónica carcajada.- De verdad que creía que eras más listo. Porque estoy enamorada de ti. Lo llevo estando desde que te vi como algo más que un buen amigo. Y creía que te habías dado cuenta, porque era un poco obvio, pero al parecer no...

-Sarah yo...No puedes soltarme eso así porque sí ahora. Estoy saliendo con Ashley. Y estoy muy enamorado de ella. Lo siento.

Se volvió a reír amargamente.

-Ashley, Ashley...siempre Ashley. ¿Y yo qué, eh? Te llevo conociendo y apoyando desde el instituto, estuve contigo después de lo de Elle, y llega una tía depresiva y en un verano babeas por ella. Es estúpido.

-No hables así de ella. Es tu amiga. Ashley te aprecia.

-¡No es justo! Nunca te has dado cuenta, es increíble...¡Hasta la maldita Rebecca se acostó contigo sabiendo que me gustabas! Yo siempre estuve allí, me hacías ilusiones y luego te tirabas a cualquiera...

-Sarah, no tenía ni idea...

-Ya, como todos, ¿no? Porque voy de que no me importa nada y de que puedo tener a cualquiera, pero te quiero a ti. Y Ashley me cayó bien cuando la conocí, pero...¿meterla tan rápido en el grupo? Era obvio que te acabarías colgando de ella.

-No me puedo creer que hayas estado fingiendo, y ocultando esto.

- ¿Tú también vas a estar decepcionado conmigo? ¿Como mis padres, que se encargan de repetírmelo a cada minuto? Estoy harta, Austin. Y voy a hacer esto de una vez por todas.

Sin que me diera tiempo a apartarme, se acercó a mí, cogiéndome por el cuello, y estampó sus labios con los míos. Me dejó aturdido y casi me tambaleo. Me aparté en cuanto su agarre me lo permitió. Vi a Ashley a lo lejos y casi me caigo redondo.

Joder.

-¡¿Pero qué coño haces, Sarah? ¡Te has vuelto loca!- chillé, antes de ir corriendo hacia Ashley.

Estaba estupefacto por lo que acababa de ocurrir.

Pero no podía perder a Ash.


Fui a ver a su madre cuando salí de la finca. La rabia e impotencia se me había juntado con tristeza, y me quité bruscamente las lágrimas que amenazaban con salir. No podía creerme aún lo de Sarah.

Llegué a casa de Ashley y aunque fuera de noche, las luces seguían encendidas. Llamé a la puerta y me abrió Jennifer, que se había ido bastante antes de la fiesta.

-¿Qué ha pasado, Austin?

La expliqué todo. Me miraba asombrada y se puso la mano en la boca ante la traición de Sarah. Menos mal que ella me creyó.

-Pobre Ash...- murmuró.- Es normal que no te crea ahora. Está muy dolida, por las dos partes. Erais las personas que más le importaban. Dale unos días que lo asimile. Aunque no sé si podrá. Es un golpe muy fuerte.

-Lo sé. Pero se va a ir a Nueva York, y no quiero que acabemos así.

-Su avión sale dentro de cinco días a las diez y media. Puedes ir al aeropuerto e intentar hablar con ella. Más vale tarde que nunca.

-Se lo voy a contar.

-¿Qué?

-Lo de Jayden. Lo del día del accidente. Merece saberlo.

-La dejarás en shock. No se cómo reaccionará a eso, Austin. No estoy segura de que sea buena idea.

-Tengo que hacerlo.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora