22.

290 10 13
                                    

AUSTIN

-Recuérdame por qué te estoy dejando que me pintes las uñas.- exclamé, reprimiendo una carcajada. 

Estábamos Ashley y yo en su habitación, porque su madre había salido. Y a ella no se le había ocurrido otra cosa que hacer que coger un pintauñas negro que había encontrado y pintármelas a mí. 

No sabía por qué había aceptado. Seguramente porque ver su cara de ilusión merecía la pena. 

Pero es que cada vez que me repetía que debía mantener las distancias con Ashley, más ganas me daban de estar con ella. De oír su risa, de oler su pelo...

¿Acabo de decir de oler su pelo?

-Porque te quedan genial. Y porque tengo complejo frustrado de maquilladora.

-Por eso te has salido en casi todas, ¿no?

Se rio, dejando ver sus hoyuelos.

-Bueno, cállate. Ya está.- cogió mi mano para verla.- ¡Divino! Para modelo de manos, vas. 

-Nunca me había pintado las uñas.- puntualicé.- ¿Y te puedes limpiar el culo con esto?

Soltó una sonora carcajada.

-Qué fino eres, hijo. Claro que sí. Se secan, Austin. Pero la próxima vez te pongo las largas postizas. Con esas no lo tendrás tan fácil. 

-Ah,- continuó- perdona por este caos de habitación, soy...

-Un desastre.- acabé su frase.

Ella sonrió.

-Un desastre, sí. 

-Me gusta tu caos. Recoge toda tu esencia. 

De pronto, me fijé en un cojín escondido que no había visto hasta ese momento. No pude evitar partirme de risa y levantarme para cogerlo.

Ella se sonrojó y se tapó la cara con las manos. 

En el cojín, aparecían impresas las caras de todos los integrantes del grupo One Direction, y había un corazón pintado encima de la cara de Harry Styles. 

-¡No veas eso, por dioooos!- se tiró de espaldas a la cama. 

-¿Te averguenzas, tomatito? No sabía que teníamos una gran fan entre nosotros.

-Un poco sí. ¡Es que estaba loca! Era MUY fan, ¿vale? No me juzgues. Pero bueno, me gusta guardarlo. Tengo camisetas, todos los discos, me sabía todas las canciones y hasta ¡UNA COLCHA CON SUS CARAS!- bramó.

Yo no podía parar de reír.

-¡No te rías!- protestó.- Caí en depresión cuando se separaron. 

-¿Estabas enamorada de...Harry, es este, verdad?- pregunté.

-Enamorada era poco. Estaba obsesionada, más bien. Pero bueno. Ahora soy una persona normal que puede escuchar sus canciones sin volverse tarumba. 

-A mí me gustaba más...¿Zayn, es este, no? Sí, ese. Menudas notas hacía.- afirmé.

Ella me miró sorprendida. 

-¿Te gustaba One Direction? Vaya, eso sí que no me lo esperaba.- hizo una pausa.- ¿Eres real?- enarcó una ceja.

Me reí y esbocé una media sonrisa.

-Sí. Y sí, me gustaban. Mi hermana también estaba loca con ellos. Los escuchaba a TODAS horas, te lo aseguro. Y me acabé acostumbrando, supongo.

-Sus canciones eran lo más, la verdad. Quería tener novio sólo para que me dedicaran alguna. 

-¿Cuál es tu libro favorito?- cuestioné, cambiando de tema. 

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora