ASHLEY
Me desperté con un amargo sabor de boca.
Me llevó un momento darme cuenta del día que era.
Mi cumpleaños. Tenía una mezcla de sentimientos encontrados y aunque sonase mal, también tenía un mal presentimiento del día de hoy.
Cumplía los dieciocho sin mi padre y eso me ponía muy triste.
Pero debía estar feliz. Aunque tuviera que fingirlo.
Había llegado. Ya tenía dieciocho años. Me froté la cara con las manos, y pegué la cabeza contra la almohada, deseando que todos se hubieran olvidado del día que era.
Pero no fue así.
Un segundo más tarde, mi madre irrumpió de manera escandalosa en la habitación.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CARIÑO!- gritó, y fue corriendo a abrazarme. Subió las persianas y yo me tapé la cara ante la luz que entró de sopetón.
Iba con dos globos enormes, con los números uno y ocho. ¿Cuándo había comprado esos?
-Gracias, mamá.
-No me puedo creer lo mayor que eres. ¡Dieciocho añazos! Dios mío.
Me volvió a abrazar a la vez que sonreía, y yo se lo devolví. Me incorporé en la cama y me quité el pelo de la cara.
-Voy a por tu desayuno especial, que lo comerás aquí.- afirmó, dándome un beso en la frente.
Cuando se fue miré el móvil. Tenía mensajes de Sarah, Peter, Mark, y Kate, felicitándome. Sonreí al ver que se habían acordado y les contesté agradeciéndolo.
Pero faltaba uno. Austin. ¿Se habría olvidado? Era imposible ya que se había pasado la semana recordándomelo.
Las cosas habían estado un poco tensas desde el encuentro con Jayden. Austin se había abierto conmigo y había confirmado las cosas que me contó Sarah sobre él. Odiaba a ese Jayden, y me alegraba que Austin dejara de irse con ellos. Ahora que sabía más de su pasado le quería y entendía incluso más.
Era el claro ejemplo de que nadie tiene una vida perfecta.
Pero aún así, algo me decía que había algo más. Algo que no me contaba. ¿Por qué Jayden decía que le sonaba mi cara?
¿Por qué les echaba la culpa de haber estado en la cárcel? Dudaba que fuera solo por las drogas.
¿Por qué Peter y Austin tenían un rencor oculto que no sabía bien de dónde venía?
Y para colmo, aún no le había dicho que iba a ir a la universidad de Nueva York. Sabía que no se enfadaría ni mucho menos, pero a mí también me costaba admitir y aceptar que íbamos a estar separados.
No sabía si una relación a distancia era lo mejor en esos momentos.
Mi madre trayendo la bandeja del desayuno me sacó de mis pensamientos.
Había hecho tortitas con caramelo y zumo de naranja. Se me caía la baba del hambre que tenía. Mi madre apenas sabía cocinar así que dudaba que eso lo hubiese hecho ella.
-¿Lo has cocinado tú?- inquirí, dejando la bandeja sobre mi regazo.
-Por supuesto. He estado mirándome recetas estos días. Es tu cumple, no te iba a dar algo comprado, cielo.
-Pues gracias. Huele de maravilla.- admití, mordiendo la tortita.
-De nada. No puedo evitar estar melancólica hoy. Te haces muy mayor.

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INEFABLE
Teen Fiction[TERMINADA] La vida de Ashley Cooper cambió para siempre el día que su padre murió en un accidente de coche. Desde entonces, nada parecía importar ya. Ashley estaba a punto de darse por vencida cuando le conoció a él. Un verano. Tres meses. Dos pe...