Ambos chicos se encontraban sentados en los columpios, debajo de la lluvia, sin nada con que cubrir sus cuerpos.
- ¿Hueles eso Mat?... Es simplemente maravilloso, ¿No lo crees?
- Kei... Hay cosas más maravillosas en el mundo que eso y para mí... Tú...
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La vibración en su bolsillo lo hizo sacar su teléfono con rapidez, “Gemelo Malo” fue lo primero que apreció.
Después de su reciente nombramiento como capitán suplente intentó varias veces hablar con Keisuke, pero todas y cada una de sus preguntas fueron ignoradas por el mayor.
Habían pasado pocos días desde el cambio de aires, Chifuyu parecía tranquilo a pesar de todo, cosa que podría facilitarle las cosas de mantenerlo lejos de todo, o al menos eso pensaba hasta que terminó de leer el mensaje.
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✦ · · · · · · · · · · · · · Gemelo Malo.
❝ Tengo que demostrar mi lealtad a Valhalla.❞ ❝ Lo siento.❞ ❝ Voy a golpear a Chifuyu.❞
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Chasqueó la lengua y no respondió a ninguno de los mensajes, después de todo, no servirían sus peticiones para que no le haga nada al rubio.
Pasos detrás de él se escucharon cada vez más cerca, había notado que alguien lo seguía desde hace unas cuántas calles atrás pero le restó importancia al tema, tal vez solo estaba exagerando.
Giró en una esquina, paró su caminar y se recargó contra la pared, esperando a la persona que caminaba cerca de él, si tenía suerte podría ser un peatón normal y solo estaba pensaba de más las cosas, en el peor de los casos tendría que defenderse.
Una sombra detuvó sus pasos frente a él, el cabello negro con mechones rubios lo descolocó un poco, lo conocía... O al menos eso creía.
— ¿Miya? — El leve tono de emoción que usó para decir ese apodo llamó la atención de Kazutora... Nadie lo había llamado así en años.
— ¿Oku? — Kei sonrió, hace tanto que nadie lo llamaba por su apellido, era extraño, pero no del todo debido a la persona.— No me jodas. — Kazutora comenzó a reír a carcajadas mientras se acercaba al teñido. — Nunca supe de tí, pensé que habías muerto.
— ¿Cuándo saliste de ese lugar? — La sonrisa del Okumura cambió a una disimulada mueca. — ¿Y cómo estás?
— Bien, bien. — Hanemiya revolvió el cabello de su amigo además de darle un empujón en el hombro para que caminará. — Salí hace poco, ¿Qué tal te trata la vida?
— Genial, conocí a personas agradables, amables y divertidas. — Okumura guardó sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta y sin rechistar comenzó a caminar.
— El mundo es tan pequeño, no sabía que conocías a Baji o más bien, a la ToMan en general. — Kei frenó en seco al instante, de sus bolsillos extrajo una pequeña navaja, que no dudó en acercar al cuello de su conocido.
