Ambos chicos se encontraban sentados en los columpios, debajo de la lluvia, sin nada con que cubrir sus cuerpos.
- ¿Hueles eso Mat?... Es simplemente maravilloso, ¿No lo crees?
- Kei... Hay cosas más maravillosas en el mundo que eso y para mí... Tú...
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25 DE OCTUBRE
Horas antes del desastre.
3:00 a.m.
— Okumura Kei... ¿O debería llamarte Amaya? — El tono burlón en la voz de esa persona se hizo presente en los oídos de Kei, aún no lograba enfocar con claridad su rostro, pero por la voz lograba tener una leve sospecha de quién era.
— Esto de ser secuestrado se está haciendo una costumbre, una muy mala costumbre, carajo. — Susurró más para sí mismo que para los dos presentes, parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la oscuridad. — ¿Eres Kisaki, cierto?
— Me sorprende que me reconocieras así de rápido, eres inteligente, Amaya. — Los falsos aplausos de celebración no se hicieron esperar.
— Soy Kei, animal de mierda... No, olvídalo, eso es un insulto para los animales... Te queda más el apodo de basura. — Kisaki soltó un bufido, por otro lado el Okumura había identificado la segunda sobra, una sonrisa burlona apareció en su rostro. — Y claro que sí, no podía hacer falta tu lindo perrito, Hanma, ¿No te aburres de ser su sombra?
La sonrisa fue devuelta por el más alto, quién decidió seguirle el juego al bicolor, se recargó contra una pared aún sin despegar su mirada de él. — Es bastante entretenido, al menos me trata mejor que a ti.
— Touche, si decides cambiar de opinión, ya sabes dónde encontrarme, no puedo prometerte diversión a la cual estás acostumbrado, pero sí una mejor vida.
— Lo tendré en cuenta, lindo. — ¿Qué si le molestaba que usará ese apodo para llamarlo?, Sí, demasiado, pero en estos momentos lo único que Kei podía hacer era seguir fingiendo una sonrisa.
— Sí, sí, ya entendí, quieres llevarte a Hanma, aunque temo decirte que no estamos aquí para eso. — Kisaki quien fue ignorado en ese pequeño intercambio de palabras tomó una silla y la colocó frente al Okumura.
— No pienso hablar de nada con un maniático como tú. — Hanma se acercó por detrás para desatar sus manos, al estar suelto el bicolor llevó sus manos al frente. — ¿Puedo irme?, Esto apesta a perdedor.
— No, no puedes y no creo que quieras irte antes de que hablemos respecto a un trato que tengo para ofrecerte. — Kei dudo en sus posibilidades, ciertamente huir no era una opción, mucho menos con Hanma tan cerca de la salida.
— No me apetece hacer tratos con alguien que piensa traicionar a Manjiro. — Frunció el ceño sin dejar de mirar al rubio frente a él. — Ni siquiera sé que quieres de mí.
— Yo no quiero nada de ti, pero él sí, y tendrás que estar de nuestro lado quieras o no. — Kisaki señaló con el pulgar a Hanma, cosa que confundió demasiado a Kei, ¿Por qué Hanma Shuji estaría interesado en alguien como él?
— Realmente no es a mí a quien le interesas, es a uno de mis líderes, te quiere de su lado.
Okumura cerró los ojos con fuerza, tenía tantas preguntas en esos momentos y el hecho de que mencionarán a alguien más solo le llevaba a la misma conclusión.
