¿Han escuchado la mítica frase "Sangre, sudor y lágrimas"?, ¿Sí?
Pues en esos momentos Kei era la sangre.
Una fina línea roja bajaba por su frente, seguramente también por su nariz, no lo tenía en claro solo sabía que el suelo era realmente cómodo.
No habían pasado ni dos minutos que inició la pelea y él se encontraba en el suelo, sabía la razón por la que paso eso, primero por su distracción y segundo porque muy seguramente Hanma ordenó que lo derribarán a él primero.
Podía escuchar lo que pasaba a su alrededor, pero su cabeza daba vueltas debido al golpe que recibió segundos atrás, se maldijo internamente el haberse distraído mirando como Hanma alejaba a Draken de Mikey.
Abría y cerraba su puño izquierdo intentando tener nuevamente el control de su cuerpo, quería, no, más bien, debía ponerse de pie.
Al primer intento no lo logró, al contrario, lo único que obtuvo fue un golpe en la parte trasera de la cabeza.
Su segundo intento fue mejor, no se paró por completo, pero al menos pudo reincorporarse, su mirada enfocó a Takemichi, pero su voz no alcanzó a salir para avisarle al rubio sobre el chico que lo iba a atacar.
Chasqueó la lengua al ver como el rubio caía más lejos debido al puñetazo, se preocupaba de la seguridad de Hanagaki, sobre todo sabiendo que ese chico era peor que él mismo peleando.
Suspiró rendido, no podría ayudarlo en esos momentos pero al menos sabía que Takemichi se encontraba en buenas manos, cosa que comprobó al ver como Mitsuya lo ayudaba a ponerse de pie.
Hanagaki eran las lágrimas.
El pánico recorrió su cuerpo, no solo por su seguridad, Kei temía por todos y cada uno de sus amigos, pero más que nada, temía por la vida de Keisuke y Kazutora.
Con ayuda del bate por fin pudo ponerse de pie, miro a su alrededor en busca del pelinegro, sin resultado alguno, pidió a todos los dioses existentes que su amigo se encontrará lejos de todo, al menos por ahora.
Por precaución se acercó un poco hacia donde dos rubios hablaban, rodeados de un par de chicos de Valhalla, no quería incomodar a Matsuno, pero quería confirmar que Hanagaki estuviera bien... O relativamente bien por lo menos.
— No hay persona que no tenga miedo de una pelea. Lo importante es... ¡Cómo enfrentas ese miedo! — Kei sonrió por las palabras del chico, ansiaba que el conflicto terminará para poder hablar con el bonito chico rubio que habitaba en su cabeza.
Pero ese no era el momento de pensar en eso, ahora tenía que concentrarse en lo que tenía justo frente a sus ojos.
— ¡Hey, Alex!, ¿Te parece bien que cambiemos? — El de cabellos chinos rio sin dudarlo, al pasar a su lado acarició los cabellos bicolor del más bajo. — Gracias, idiota.
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PETRICOR ・・・ Chifuyu Matsuno ¤ CANCELADA ¤
FanficAmbos chicos se encontraban sentados en los columpios, debajo de la lluvia, sin nada con que cubrir sus cuerpos. - ¿Hueles eso Mat?... Es simplemente maravilloso, ¿No lo crees? - Kei... Hay cosas más maravillosas en el mundo que eso y para mí... Tú...