9,2. ATRAPADA

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INGLATERRA 1606-1721

III. DECISIONES

La única idea en la cabeza de Dama era poder conseguir tantas almas pudiera sin necesidad de tener el consentimiento del hospedador y aquello era facilitado por la hija del rey cuervo, sin embargo los años comenzaron a transcurrir y aquellos tiempos en los que Cristine temía de quienes la rodeaban también.

El plan principal de su captora de hacerla insensible para convertirla en una simple arma había fallado, porque la bruja no solo había perdido la misericordia que era capaz de conceder sino también la empatía, ni siquiera Dama estaba a salvo de Cristine de dieciséis años a quien no le interesaba servir a nadie.

—Cristine.—susurró Dama en total sorpresa al ver como los cuerpos se apilaban unos sobre otros en el salón, cuerpos de todos los que trabajaban para ella—No puedes matar demonios.—le advirtió mirándola desde la esquina opuesta.

—El veneno de hada resulta muy efectivo para ello—respondió la bruja sonriendo de medio lado—, espero que no estés decepcionada de mi, la verdad es que creo que ya es hora de que busque mi propio camino, esto del "felices para siempre" de nosotras me resulta algo...aburrido.—hizo mueca falsa de tristeza.

Aquella fue la última vez que Cristine habló con Dama, incluso con el alma corrompida no intentó matarla sólo la engañó y puso a dormir, desde entonces su paradero había sido incierto.

La bestia era libre por primera vez.

"No permitas que el mal te consuma, pero haz lo que necesites para sobrevivir."

Pensar en las últimas palabras que le dijo su madre hacía que quisiera seguir adelante, hacer algo de la desgracia y convertir la pérdida en victoria. Cristine no culpaba a nadie más que a su padre por la muerte de Isabel, así que en su cabeza se encontraba depositado en letras mayúsculas el querer matarlo, pero para ello debía ser fuerte y encontrar aliados.

***

Era 1721 cuando una Cristine mucho mayor y experimentada visitaba la casa de uno de sus amigos más queridos en Nueva Granada, se trataba de un Zesilliant la combinación entre elfos y hadas.

—Buenas tardes querido—saludó Cristine—¿Has trabajado en el portal que te mencioné?—la expresión de la bruja era calma pero dentro se exaltaba solo de pensar de tener aquello en manos.

El zesilliant era un poco bajo y su cabello largo hasta los hombros le permitía disfrazar las puntiagudas orejas, su estómago era ligeramente prominente y sus ojos de un potente color negro que lo cubría por completo, obligándolo a usar pociones para cambiarlos por unos humanos de color café.

—Sí, pero aún no está listo, he tenido que pedir muchos favores a mis amigos para conseguir los materiales que necesito.—dijo Daniel casi como una disculpa—Pueden estar buscándome ahora mismo, creen que estoy involucrado con los asesinatos porque soy un inventor pero ¡Yo nunca despojaría a nadie de su alma y luego lo asesinaría! No importa lo que haga, ni siquiera mis inventos podrían tener tal poder.

—¿Qué materiales faltan?—Cristine, incluso cuando intentaba actuar amable no podía esconder la urgencia de sus palabras y claro no estaba dispuesta a dejarse en evidencia.

—Rocas cristalinas de-del mar antiguo.—Daniel frunció el ceño al mirarla pero se recompuso rápidamente—Solo podría pedir tal favor a una sirena, pero lo cierto es que son muy difíciles de contactar y no tengo amigas sirenas o tritones.

Cristine sonrió, en ella siempre encontraba una manera de solucionar sus problemas, no se cansaba de intentar.

—Gracias Daniel, por favor sigue trabajando en el portal, en unos días traeré las rocas y lo terminarás—el Zesilliant la miró con curiosidad y la observó mientras se marchaba.

Un Alma a Medias (El alma en el medio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora