ACTUALIDAD
LA HUMANA
Mi cerebro estaba totalmente desconectado, yo iba en el asiento de atrás mientras Rose conducía y Matt se giraba a verme cada cinco minutos, sin embargo ya había desistido de hacer el mínimo gesto para hacerle entender que estaba bien.
Cuarenta y dos, cuarenta y tres, cuarenta y cuatro...
Los segundos pasaban de tal manera que ya llevábamos más de media hora en el auto, cuando entramos al distrito de Queens la música y muchos de los lugares de comida lo hacían bastante obvio. Terminé por recostarme mirando al techo, estaba mareada y me sentía enferma.
—Va a estar bien.—dice Rose en voz baja y sé que le está contestando a Matt.
—No es así de sencillo.—dice este susurrando.
—Tampoco es sencillo haber perdido a mi tía.—dice mi amiga con una extraña calma—No es justo para nadie pero la necesitamos y lo sabes Matt.
Silencio.
Quería dormir, ser arrastrada a la inconsciencia incluso si era a la fuerza pero el auto se detuvo y con ello empezaría esta nueva historia, estaba segura que sería trágica.
Escucho como ambos abren sus puertas y luego se abre la que está del lado donde se encuentra mi cabeza.
—Dee, por favor sal.—era Bay, solo por eso me senté y lo miré, dentro de mí la represa se estaba quebrando y él lo sabía.
Mi amigo no dijo nada en absoluto, se sentía como una eternidad desde que nos habíamos visto por última vez. Bay me dio espacio para bajarme del auto y luego abrió sus brazos en los cuales me refugié una vez mis pies tocaron el suelo, él pasaba su mano de arriba abajo por mi espalda entonces comencé a sollozar para terminar llorando estrepitosamente.
—Bay, y-yo no...—sorbí y mi respiración estaba totalmente agitada—Yo quiero que mi mamá sepa q-quien soy...n-no sé cómo saldrá todo esto.—digo y por un momento me olvido de las otras dos personas que iban conmigo.
Bay es mi familia.
—Lo sé cariño—dice en tono tranquilizador aunque sé que también le pican los ojos—, pero tenemos que irnos.—me separa de él tomándome por los hombros en un movimiento sutil—Te amo y estoy aquí para ti; Dee vas a volver y ellos seguirán siendo tus padres y Carly tu hermana ¿ok?—sacudo la cabeza en negación.
Los ojos rasgados de Bay me miraban tristes mientras una de sus manos acaricia mi cabello, lo volví a abrazar y él no me rechazó sin embargo me soltó de un lado para cerrar la puerta del auto y comenzar a caminar.
Mis otros dos amigos nos observaron por un momento y sin decir nada comienzan la marcha. El abatimiento no me había dejado fijarme en mi alrededor, la noche había caído, y frente a mí se abría la línea de Rockaway Beach Branch, bajo mis pies los rieles desgastados cubiertos casi en su totalidad por hojas se enterraban en mis zapatos.
—¿Cómo sabremos a donde vamos?—le pregunto a Bay mientras saco mi celular para alumbrar el camino con la linterna, todos lo habían hecho ya.
—Rose ya ha tomado esta ruta antes—contesta Matt—, de todas formas Topacio le dejó un mapa en el celular.— se encoje de hombros y yo me inclino más sobre mi amigo para sentirme reconfortada, poco a poco va funcionando.
Este lugar es extraño y cada vez que nos adentramos un poco más la espesura comienza a crecer a nuestro alrededor, los rieles no se pierden entre las ramas y hojas pero la oscuridad comienza a envolvernos por completo.
—Nos vamos a perder.—susurro y Bay me mira con los ojos muy abiertos. Para este punto ambos andábamos tomados de la mano y habíamos deshecho nuestro abrazo por lo incómodo que resultaba.
ESTÁS LEYENDO
Un Alma a Medias (El alma en el medio)
FantasyMorir es el final de la vida ¿cierto? es la compasiva conclusión a un viaje sin rumbo ni dirección... desearía que así fuera en realidad. He visto como dentro de mí se han librado numerosas batallas, cada una de ellas por razones distintas, con pers...