13. NOVENTA Y NUEVE PROBLEMAS

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Matt parecía genuinamente dolido, su mirada se perdía en algún lugar detrás de mí y su respiración era pesada.

—Por eso te comportaste tan extraño el día que compartimos esa visión ¿cierto?—le pregunto con un semblante sereno, aunque recuerdo perfectamente el temor que sentí entonces.

—No me enorgullezco de lo que hice.—explica ahora mirándose las manos, su expresión me es dolorosamente familiar, se lo nata tan vulnerable como a Clare. Me arrimo hacia sí y pongo mi mano sobre las suyas.

—Sé a qué te refieres, yo tampoco me enorgullezco de lo que sucedió con Catherine.—tenso mi agarre, no puedo evitarlo.

Matt me mira y noto como sus ojos se abren como platos, se separa de mi y quita sus manos de debajo de la mía.

—Si te cuento esto es para que entiendas que hay cosas peores de lo que tú crees, yo fui consciente de lo que hice y lo hice con mis propias manos, Dee.—se altera y me muestra las palmas para hacer mayor énfasis—¡Lo de Cath fue un accidente!—termina por elevar un poco el tono y siento como algunas lagrimas saltan de mis ojos, estaba molesta y herida.

—Regresemos, mañana necesito hablar con Topacio.—concluyo levantándome del césped y caminando directo al asiento del copiloto sin girarme.

—Dee...—intenta detenerme Matt mientras se levanta y sacude la tierra de sí pero ya estoy dentro del vehículo, espero pacientemente que el también lo esté y digo con una voz plana y calmada:

—Hoy aprendí mucho de ti, y lamento que hayas tenido que pasar por todo aquello pero no eres nadie para decidir cómo debo sentirme.—incluso para mi sorpresa no estoy molesta, quizá un poco exhausta.

Matt se gira ligeramente para verme y yo hago lo mismo, no puedo descifrar su expresión pero termino regalándole una diminuta sonrisa porque me siento incómoda.

—Aún hay tiempo, por ahora intentemos no juzgar al otro.—susurro una vez giro mi cabeza para ver al frente pero puede sentir como coincide con lo que dije.

—¿Estamos bien?—me pregunta con algo de timidez, me limito a decir "sí".

***

—Esto no era lo que planeaba en absoluto.—dije mirando al frente mientras girábamos en la siguiente calle.

—¿Qué esperabas?—pregunta Matt retóricamente.

—Creía que tendrías cosas más importantes que hacer que convertirte en un chofer.—repliqué mirándolo aunque sus ojos estaba fijos en el camino—No te pagaré nada.—dije con los brazos cruzados, nos habíamos topado con un semáforo en rojo.

—Estoy pasando tiempo contigo ¿no?—giró a verme subiendo una ceja, aún no me acostumbraba a su forma de ser—Seremos mejores amigas y nos trenzaremos el cabello.—lo ultimo lo enfatizó abriendo mucho los ojos y haciendo como si tuviera cabello largo.

Nos acercábamos a mi empleo luego de haberle hecho dar varias vueltas y tomar otro camino más largo solo para no escucharlo todo el camino parlotear sobre el lugar en el que trabajaba, y lo había logrado hasta que en la cuadra se comenzó a ver su pequeña y oscura estructura.

—¿Trabajas aquí?—vi la incredulidad en su ojos y una sonrisa burlona—¿Cómo es que Rose no lo dedujo y tampoco Coltom?—preguntó para sus adentros y reí encogiéndome de hombros.

—De alguna forma fue como jugar a las escondidas.—dije mientras él detenía el auto sin estacionarlo—Y Rose lo sabía.—le guiñé un ojo y salí tomando mi bolso.

—Te veré en la noche.—dice sonriendo y yo pongo los ojos en blanco.

—Tal vez nos desintegremos antes de que esa desgracia ocurra.—le digo y ahora es él quien voltea los ojos. Cierro la puerta y camino a Late Night sin voltear.

Un Alma a Medias (El alma en el medio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora