Un Alma a Medias (El alma en el medio)

10. LA OTRA CARA DE LA MONEDA

ACTUALIDAD, COLD SPRING

LA HUMANA

"CATHERINE MOORE DESAPARECIDA DESDE EL VIERNES 31 DE OCTUBRE, LUEGO DE HABER ACUDIDO A FERIA UNIVERSITARIA"

L os posters estaban regados a lo largo de todo el campus, no existía manera de no ver alguno.

Habían transcurrido dos semanas desde el incidente con Cath y aún me sentía temblorosa al ver pasar a Clare; recuerdo el día después de aquello, eran casi las siete de la noche y yo estaba a punto de entrar a la residencia para cambiarme de ropa cuando Clare me interceptó justo afuera de mi habitación.

—¿Cómo entraste?—me sorprendió tanto que lo único en lo que pensaba era: ¿Por qué ahora?—¿Rose te ayudó?

—No—su tono era quebrado y su cara estaba roja e hinchada de tanto llorar, Clare no era capaz de preocuparse en bajo perfil—¿Qué sucedió ayer? Fuiste la última que la vio y apareces hoy por la mañana diciendo que no sabes qué pasó.

—No fue lo que dije...—comencé, aunque por dentro todo en mí quería abofetearme—Ayer fui a caminar con Cath por el acantilado, ella quería alejarse de un chico y me llevó como excusa, luego...—el nudo en mi garganta parecía no darse por vencido—Me resbalé y me golpeé la cabeza, lo siguiente que sé es que Rose intentaba levantarme y Catherine no estaba, no pensé mucho entonces, creí que fue por ayuda o algo más sucedió.—sé que soy una buena mentirosa porque ahora mismo la expresión de Clare es desolada, ella vino a buscar una respuesta que resolviera todo y tan solo encontró otro callejón sin salida.

Si supieras que a quien tienes enfrente es la culpable de todo ¿Me odiarías?

—Ya veo.—me miró de soslayo antes de volverse al suelo nuevamente—Ella no este tipo de persona, no es del tipo que desaparece y no dice nada—Clare permitió que ligeras lágrimas cayeran por sus ojos—; no es del tipo que no contesta mis mensajes.—entonces no hice más que abrazarla, en ese momento la sentí muy pequeña contra mi pecho.

Perdóname Clare...

Ella se apartó lentamente de mí y sorbió. Ver su rostro era una constante estocada a mi conciencia, deseaba ayudarle pero no había manera, su hermana estaba muerta y su búsqueda sería más que inútil.

—Dee, lo siento mucho.—yo debería decir eso—Después de mañana debes ir a la comisaría, van a interrogarte, es parte del proceso.—su tono se tornó frío luego suspiró y giró ligeramente su cuerpo—Te veré luego, adiós.—esa fue la última vez que hablé con ella en las últimas dos semanas, nunca me dijo que algo estaba mal entre ambas o que no me creyera, por lo que al principio no lo entendí su lejanía hasta que pude notar que no solo se había distanciado de mí, sino de todos.

—¡Hola extraña!—me dijo la voz que a diferencia de mi amiga me ha perseguido todo este tiempo, devolviéndome al presente.

—Tengo clases Coltom.—le digo con fastidio.

Quisiera decir que en estos últimos catorce días no ha sucedido demasiado pero significaría que nuevamente estoy mintiendo; luego de lo sucedido en Mystics decidí renunciar a mi empleo y buscar otro distinto, no me sentía cómoda con la idea de Topacio vigilándome. Ahora trabajaba en una especie de bar-restaurant que me pagaba bien aunque se llevaba varias noches de sueño. Todo sería perfecto si no fuera porque Coltom me ha estado acosando hasta el cansancio para que vuelva a mi antiguo empleo.

—Exacto, tienes clases y esas dos bolsas bajo tus ojos no te permitirán concentrarte.—dijo sonriendo con suficiencia.

Estábamos en el "comedor" externo, mi mesa estaba llena de libros y carpetas, finalmente había vuelto a caer en una semana de exámenes, luego de que en la pasada no me fuera nada bien. Reprobé dos de los exámenes y las otras calificaciones tan solo rozaban la línea de lo regular.