39|No me pasa.

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Siempre estaba para ayudar a mis hermanos, pero en este momento no tenía nada que hacer para sacar a Victoria del apuro... Y además ¿qué podría decirle? "tranquila mamá, Matt se equivocó de casa y terminó en el cuarto de Victoria" o "no pasa nada, solo tenían frio" ... Y cada idea que tenía era peor que la anterior.

Mamá estaba muy molesta mientras los regañaba; Victoria aún parecía asombrada y Matt se veía avergonzado.

En realidad también me costaba procesar la escena, porque de tantos chicos que morían por estar con ella ahí estaba Matt, uno que no llegué a imaginar con mi hermana.

Voluntariamente salí del cuarto, no quería hacer más incómoda la escena. Tras unos minutos Matt bajo, me dedicó una mirada de disculpa y salió de la casa, no pasó mucho cuando mamá también llegó a la sala y sentó en el sofá en silencio, parecía pensar algo mucho. Y aunque quería preguntar por Victoria no me atreví. Sin más se levantó del mueble murmurando y fue a la cocina.

•••

Ya era medio día y mamá discutía con Victoria sobre ir al hospital.

La ventaja que tuvo Victoria de lo sucedido es que en la mañana solo quedábamos en casa Mamá y yo, irónicamente este día no tenía clases porque había consejo de curso entre los profesores. Y aunque luego del regaño mamá mando a Victoria a la universidad... No tendría tanta suerte ahora que la quería llevar a hablar con papá y después tenía que ver un ginecólogo.

—Ya mamá, estoy cansada de decirte que me cuidé —protestó Victoria desde el sofá—. No quiero que todos en el hospital se enteren de por qué discutimos esta mañana.

—¿Y por qué sabrían que discutimos? —mamá replicaba mientras buscaba algo en su cartera.

—Quizá porque la esposa del doctor Fuentes lleva a su hija mayor arrastrada con el ginecólogo —ironizó—. Esto es un pueblo, lo chisme andan volando, podrían hasta decir que estoy embarazada o cosas peores.

—¿Y cómo sabes que no lo estás? —debatió junto con una mirada severa.

—Estoy harta —Victoria suspiró—, ya soy lo suficientemente grande para tomar mis decisiones.

—Cuando aprendas a cerrar tu puerta con llave quizá te considere grande.

Oh, debía admitir que era una gran jugada.

Así que tras esa respuesta mamá no dio más tiempo a quejas y se la llevó al hospital.

La hora siguiente hablé con Carlos por teléfono y le conté lo de Victoria y Matt, pero con la promesa de que no debía decirle nada a nadie y ningún comentario público al respecto. Él tampoco pareció esperarselo pero igual no estuvo tan sorprendido. Sólo una de sus respuestas me dejó pensativa, porque dijo: «Ah, quizá por eso tu hermana también actuaba medio raro ayer» y no supe que decirle, porque sí la vi en varias ocasiones hablando con Matt más no pensé que tuvieran algo.

Así que para matar tiempo empecé a ver televisión cuando me llegó un mensaje.

Edward.
Hey, ¿qué haces?

Le respondí de inmediato.

Esmeralda.
Nada interesante ¿y tú?

Edward.
¿Puedes venir a mi casa? Necesito ayuda.

Eso me asustó un poco, ya no quería flojear.

Esmeralda.
¿Qué paso? ¿debo llamar a emergencias?

Edward.
Tranquila, no es tan grave. Solo ven.

No respondí más, tomé las llaves para salir. Al estar frente a su casa fue la señora Claudia quien me abrió, no dijo nada impotante, solo que Edward me esperaba.

Amor Entre las Flores ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora