46| Volvería a buscar luz del sol.

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-Capitulo Final-

Ya era de día, me levanté tarde porque estaba cansada. Mientras desayunaba quedé con Carlos en ir a su casa, hubo un momento extraño en el que papá me preguntó si había hablado con Edward. ¿Por qué todos querían que hablara con él?. Cuando le dije que no hablamos de nada importante me pidió que hablara con él, por eso planificaba hacerlo cuando volviera de casa de Carlos.

Pero mis planes fueron interrumpidos.

Al salir me detuve frente a mi casa, porque me sorprendió ver a Mario y Matt subiendo maletas a su camioneta. Edward estaba viéndolos, y como si sintiera mi presencia volteó a verme.

Le dijo algo a su padre y se acercó a donde yo estaba.

-Hola -mostro una sonrisa triste.

-¿Qué pasa? -le sonreí-. ¿A dónde van Matt y tu papá?

-¿Podemos pasar al patio? -con un gesto leve señaló a mi casa-, necesitó decirte algo importante.

Mi sonrisa desapareció en el momento que entramos al patio, empecé a sentirme nerviosa. Nos detuvimos justo donde bailabamos anoche, cerca de mis girasoles.

-Yo... -dudó un momento, parecía buscar la manera adecuada de hablar-. Quiero despedirme.

-¿Despedirte? -intenté que sonara como chiste-. ¿A hora eres tu quién no quiere verme?

Suspiró. -Esme, no eso. Me voy.

Mi horrible intento de chiste cayó al piso. La sensación nerviosa ahora fue acompañada de angustia.

-¿A dónde te vas?

-Luego de que te fuiste del hospital me sentí faltal, y no por el malestar físico sino porque tenías razón, soy un egoísta -sus ojos buscaron los míos-. Desde hace un año y medio no hago más que pensar en mí de la manera incorrecta. Solo pienso en lo miserable que ha sido la vida conmigo y en el proceso le contribuyo.

-Edward... -quise decirle que no podía ser tan negativo, que podía avanzar si se lo proponía. Pero no me permitió continuar.

-No hay nada que decir al contrario. Los dos sabemos que es cierto, solo he pensado en mí y como afecto vidas a mi paso, más no hago nada por detenerlo. Por eso me voy.

-Que te vayas no cambiará nada, lo mejor es dejar el pasado atrás y seguir -intenté sonar firme, traté de no parecer dolida.

-¿Sabes por qué nos mudamos para acá? Porque mis padres creyeron que sacándome de la casa y cambiando de ambiente estaría mejor, pero los problemas no los ocasionó la casa, ellos están en mí -soltó un suspiro-. Y no haré nada con volver y sentirme miserable cada que vea el mural y recuerde mis sueños caídos -apretó los labios unos segundos-. Necesito ser fuerte por mi familia, por Frank, por ti, por mí. Es momento de buscar ayuda.

-¿De qué hablas, Edward?

-Yo... No es la primera vez que pasa -su mirada fue al suelo-. Es la segunda vez que termino en un hospital por intento de suicidio, la primera fue dos meses después del accidente. Lo único diferente es que esta fue sin intención -sonrió con ironía.

-Ya lo sabía... Marylin me contó un poco sobre eso.

-Pero es que no se guarda nada... -refunfuñó.

-¿Y a dónde vas si no es a la otra casa?

Volvió a mirarme. -Voy a estar en una clínica. Aún me cuesta dormir, desde el entierro mis pesadillas sobre el accidente son más frecuentes y vívidas... Necesito ayuda especializada.

Amor Entre las Flores ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora