GammaShield

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#gammashield #corto #capitanamerica #hulk #EMH #Mpreg

Cristales rotos, pedazos de cualquier objeto rodando por el suelo, rastros de un líquido verdoso por todos lados era lo que apreciabas a primera vista si entrabas al cuarto. No, no fue un terremoto lo que pasó por ahí. Tampoco un huracán. Los sonidos provenientes de la guarida lo confirmaban todo. No había que tener el coeficiente intelectual de Albert Einstein para darse cuenta de que se manifestaba una clara escena sexual. Trozos de un traje azul decoraban el suelo y unos gemidos en conjunto con unos alaridos de dolor fueron lo único que se escuchó, aparte de los gruñidos de un enorme monstruo verde.

Tan bizarro e ilógico como suena, el patriótico héroe de América era empotrado y follado en diferentes posiciones y lugares que el espacio lo permitía por aquella bestia denominada Hulk. Su celo llegó esa mañana y no se iría sino hasta dentro de tres días. El verdoso aprovechó esto para arrancarle partes del traje y se enterró dentro de él con una fuerza brutal, sin nada de delicadeza. Los gemidos que salieron desde lo más profundo de su garganta resultaron estruendosos a tal punto de romper todo lo que contuviera algo de cristal.

El fortachón rubio intentaba zafarse. A este paso lo rompería en mil pedazos y estaba seguro de que no podría sentarse en meses. Hulk resultó ser más fuerte, sin embargo. Lo inmovilizó emitiendo un gruñido que logró intimidar y hacer sentir como un niño regañado al Capitán, siempre sereno y firme. Hulk mientras más se enojaba más fuerte se volvía y su trasero fue víctima de esa furia. Sus piernas dolían por tenerlas abiertas, incluso sentía calambres. También le dolía su ya maltratada entrada. Entretanto, dentro suyo, se formaba el que sería el décimo nudo y una intensa descarga de semen lo llenó por completo, arrancándole otro gemido.

Sintiéndose satisfecho, Hulk lo soltó poniéndolo en la cama, cuyas sábanas estaban rotas y hasta manchadas. Inmóvil, el rubio se quejaba por el dolor. Todo su cuerpo dolía, ni qué decir su cabeza. La semilla depositada dentro de él ardía y esto lo empeoraba todo. Pronto se convertiría en la madre de un ejército de mini Hulks. ¿Cómo logró salir vivo de dicha tortura? No tenía idea. Simplemente agradecía que se detuviera.

Meses más tarde, lo que temía se había cumplido. Estaba embarazado. Su abultado vientre de 8 meses era la prueba irrefutable de ello. Cada paso que daba se sentía como caminar entre espinas y las contracciones eran lo que le seguía a dolorosas. Prácticamente sentía que lo desgarraban desde el interior, como si unos pequeños monstruitos con garras diminutas jugaran con sus órganos internos y los hicieran añicos.

Ese día el equipo tenía una misión. Hulk actuaba de un modo sospechoso. Desaparecía cada vez que no le miraban y varias veces boicoteó al equipo causando que los malos escaparan. Claro, al final siempre Iron Man se quejaba y comenzaba con el interrogatorio. Empero, Hulk no desviaba la vista del Capitán América. Si antes se veía tentador, ahora que llevaba sus cachorros en su vientre lo era aún más.

En medio de la misión, el Capitán sintió otra contracción. Demonios, no sabía cómo lograba soportar tan tremenda cantidad de dolor. Todos se asustaron. Afortunadamente, fue sólo una falsa alarma. Por ahora.

Un mes después, los de Hydra contactaron con Hulk para saber si ya estaban por nacer las crías. Él contestó que era correcto. Por otro lado, el Capitán América entró en labor de parto justo en medio de la misión.
Con un chasquido de dedos, los de Hydra salieron de entre las sombras y se abalanzaron contra Los Vengadores, que perdieron la batalla. Dos de los malvados se pusieron detrás del parturiento héroe y el jefe, con una sonrisa, exclamó:

—Los hijos de América ahora le pertenecen a Hydra. ¡Salve Hydra!

—¡Salve Hydra! ¡Salve Hydra! —se escuchó a coro, incluso de parte de Hulk.

—Tú... Eres uno de ellos...—logró pronunciar el Capitán, con lágrimas en los ojos, antes de volver a empujar fuertemente.

Después de largas horas de arduo trabajo, nacieron los susodichos engendros. Agotado, el Capitán sólo quería morirse. De nada le valía seguir vivo si sólo sería humillado y traicionado.

No hubo nada que los Vengadores pudieran hacer para salvarlo de su trágico final. Los de Hydra continuaron usándolo para engendrar hijos y, cuando su matriz ya no produjo niños, lo sentenciaron a muerte.

Fue decapitado en medio de todos, que miraban indiferentes. Hasta Hulk estuvo ahí.
Se le salió una lágrima. Esto había sido su culpa.

Quiso arrepentirse.

Ya era demasiado tarde.

Cortos Multishipps ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora