#corto #PeterParker #steverogers
Peter Parker desde que tiene memoria ha sentido una peculiar atracción hacia los hombres mayores. Nunca le gustaron los chicos de su edad y, a pesar de que alguno que otro le pedía una cita, él los rechazaba sutilmente para no herirlos. Con tan sólo diecisiete años, decía que le gustaría conocer a su alma gemela y, según él, sería algún Sugar Daddy. Sí, ver tantas telenovelas donde el adolescente se queda con el abuelo ricachón le afectó la mente. Idealizaba todo de tal manera que no sabía que su pequeña burbuja podría reventarse tarde o temprano. No tenía idea de que la realidad de salir con un hombre mayor era muy distinto a como lo pintan las películas y novelas románticas.
Un fin de semana, paseando con su tía, no pudo evitar que su mirada se posara en aquel hombre que salía del carro. Alto, fornido y rubio, bien vestido, con barba y lentes... Su tipo de hombre ideal. Basándose en la primera impresión que entró por sus ojos, le calcularía unos treinta y tantos. Jesús, podría ser su padre incluso.
Se conocieron por primera vez en el parque, comprando helado. Su crush paseaba a su amigo canino y se quedó tan idiotizado mirándolo que se le derritió el helado en la mano y se le escapó un suspiro de enamorado.
El rubio volteó a verlo y le sonrió amable. Esto causó que su imaginación volara lejos, fabricando fantasías rosas.Intercambiaron palabras, hablando de trivialidades. Tenían gustos parecidos y anotó eso mentalmente a su favor. Supo que su nombre era Steve Rogers, 35 años, soltero y un exitoso empresario. Además de perfecto, inalcanzable. Jamás podría tener nada con él, ¿o sí?
Tal vez la suerte sí estaba de su lado esta vez porque comenzaron a verse con frecuencia y salían a menudo. Steve lo llevaba cada vez a un lugar exótico, cada uno distinto al anterior, por lo que nunca se aburrían. Hasta ese punto todo pintaba bien y agradecía eso. Tuvieron varias citas y justo al finalizar su quinta o sexta cita se besaron. Era el primer beso para Peter. Siempre lo recordaría.
Meses más tarde, oficialmente se hicieron novios. Todo iba viento en popa, pero llegó un día en que Steve tuvo que irse por un viaje de negocios y posiblemente no regresaría sino hasta dentro de cinco meses. Aquello lo entristeció mucho, pero lo entendía. Después de todo, trabajo es trabajo. Además de que él no era quién para obligarlo a quedarse. No podía. Él estaría estresado con las tareas, exámenes y su posterior inscripción para la universidad,por su lado. Se mantendrían en contacto, sin embargo.
Fueron unos meses muy largos y cada vez la distancia dolía más. Se empezó a preocupar. A pesar de que se llamaban por Skype una que otra vez o se enviaban mensajes de texto, sentía que no era suficiente. No era lo mismo que tenerlo al lado y escuchar su voz, sentir su calor. Lo extrañaba, lo admitió. ¿Steve también lo extrañaría?, se preguntó. Aquella duda no lo dejaba dormir por las noches.
“¿Por qué te enamoraste de mí?”, recordó que le había preguntado el rubio en una de sus muchas citas, una vez que regresaron del cine. Una película se estrenaba y querían verla de primera plana.
“¿Por qué no habría de hacerlo?”, fue su contesta, como el adolescente fantasioso y amante de lo cliché que era.
Recordaba también que no obtuvo respuesta. Quizás pensó que no lo quería desilusionar con lo que quería decir y por eso calló. Pero su silencio caló hasta lo más profundo de sus huesos. ¿Y si en verdad no lo amaba y sólo salía con él utilizándolo? ¿Y si ya existía alguien más en la vida de su platónico?
Las lágrimas fluían libremente por su rostro, que escondió en la almohada para que no lo escucharan llorando. Se negaba a dejar que su tía May se levantara en medio de la madrugada por él. No era nada importante, al fin y al cabo. Ya se le pasaría.
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Cortos Multishipps ✨
FanfictionPorque una única shipp nunca será suficiente. TERMINADA.